“Con la pandemia la naturaleza está hablando, y nos está hablando fuerte”

“Con la pandemia la naturaleza está hablando, y nos está hablando fuerte”

¿Cuál es la relación entre el abuso al medio ambiente y la amenaza que está viviendo la humanidad por el coronavirus? Fabio Arjona, director de Conservación Internacional explica

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julio 10, 2020
“Con la pandemia la naturaleza está hablando, y nos está hablando fuerte”

La relación entre el desequilibrio ambiental y la pandemia del COVID que tiene al mundo en jaque es uno de los temas que está sobre la mesa. Fabio Arjona, director para América Latina de Conservación Internacional, una de las organizaciones ambientalistas, más influyentes del mundo conversa con Juan Manuel Ospina, sobre este crucial que invita a realizar cambios de fondo sino se quiere que una emergencia mundial como la actual se repita.

 

Juan Manuel Ospina: En la raíz de la pandemia encontramos una rebelión de la naturaleza por los abusos a la que las hemos sometido. ¿Hay una relación directa de esto?

Fabio Arjona: La naturaleza está hablando. La naturaleza , es que ella no necesita de la gente, la gente necesita de la naturaleza, y es la situación que se está reflejando:  pérdida de ecosistemas que son barreras naturales de control de vectores, la caza indiscriminada, la utilización de fauna silvestre. Esta pandemia se origina  en el mercado de Wuhan, el lugar donde conseguía todo tipo de bichos raros, que se venden y consumían como se tratara de la película de Star Wars. Cantidad de bichos raros que venden allí y se consumen. Indudablemente que  todo se debe al grave desequilibrio natural que debemos recuperar muy rápidamente.

JMO: Es que creemos que somos los amos del proceso natural y eso es una cachetada a esa soberbia del racionalismo que había tomado el control del mundo.  Es un llamado a la humildad de los seres vivientes que formaos parte de un sistema y no podemos seguir  arrasando..

F.A: Los seres humanos somos los máximos perturbadores de ese equilibrio. El tema del cambio climático,  en los últimos 100 años hemos aumentado más la temperatura que en los últimos 2.000. Desde Kioto 2007, cuando estuvimos en negociaciones,  que salimos muy felices, EEUU con el vicepresidente Gore había aceptado la inclusión de emisiones, todo colapsa después. Recientemente tuvimos el Acuerdo de Paris, en fin estamos aplazando decisiones hasta que vamos a  llegar a un punto de no retorno. El tema de la pandemia tiene que ver con biodiversidad que es diferente al tema de  cambio climático, pero hay sinergias. En el fondo uno afecta al otro.

JMO: Uno pensaría que después de esto va a ser más fácil convencer a los gobernantes de que los problemas ambientales hay que afrontarlos todo…no es un tema de unos ambientalistas  ¿Soy muy optimista? No es el discursos de unos científicos, ni unos ambientalistas

F.A:  En los temas ambientales hay que ser optimista. Esto refleja no solo que la naturaleza nos está hablando fuerte. Esta afectación es producto de un desequilibrio natural, ha causado una de las mayores afectaciones económicas en el planeta. En seis meses casi que tenemos una crisis económica global que aún no sabemos cómo va a salir. Hay muchas  oportunidades para impulsar nuevas propuestas y empujar otras que ya venían de atrás; acelerar procesos, los mercados de carbono. Es la supervivencia del hombre en el planeta.

JMO: Si no se aprovecha esta coyuntura para implementar los cambios el golpe puede ser peor después. Pero tengo la idea de que esta crisis puede catalizar esos cambios

F.A: En los primeros días del encierro pensamos que la naturaleza estaba recuperando terreno, cóndores en Santiago de Chile, zorros en Usaquén en Bogotá, pero que va, todo lo contrario:  la ilegalidad ha aprovechado para hacer de las suyas. En estos tres meses de pandemia se ha desforestado más la Amazonia que durante todo el año pasado. Los gobiernos están detenidos ocupados en afrontar los problemas de la pandemia mientras la ilegalidad avanza.  La minería criminal, con grandes inversiones devastadoras con la naturaleza, se ha disparado.

JMO: ¿Quién está detrás de esa ofensiva devastadora?

FA:  El grueso es una muy bien organizada operación  que se va apropiando de las tierras. Todavía no entendemos que los problemas andan en jet y las soluciones en burro. Es que hay incentivos perversos en el tema de reconocimiento de los servicios ecosistémicos y la gente; a un especulador le interesa más tumbar el bosque que cualquier otras cosa y estimula a la gente. Y la gente no entiende que eso también, el bosque, le pertenece. Miren el tema de la miel de abeja. Acá ya no se consigue ni miel, solo la importada. Es muy importante la polinización. Se podrían recuperar muchos espacios y volverlos productivos sin destruir la naturaleza.

JMO: ¿Qué tantos estamos investigando sobre esas posibilidades? ¿Hay avances para armar proyectos productivos?

F.A: Hay miles de cosas que se pueden hacer, desde extracción hasta utilización. Palmitos, Azahí, productos amazónicos que tiene gran valor en el mercado. Las posibilidades son todas. El mismo cacao, cuyo origen es amazónico, hay algunos desarrollos pero hay que profesionalizar los procesos aún más. Son productos que se pueden sacar y no afectar la naturaleza.

JMO:  Decías que con la pandemia se ha intensificado la devastación en Amazonas, ¿Quiénes son esas fuerzas que están empujando alli?

F.A: Mientras todos atendemos el COVID los criminales hacen su agosto. La minería ilegal es mejor negocio, más lucrativo, que el narcotráfico; la minería es criminal y produce divisas, una vez extraes el oro se vuelve legal. El precio del oro está disparado. Esta pandemia ha dinamizado la demanda trayendo impacto negativo no solo en la Amazonia, en la Cordillera central, Choco, Bajo Cauca.

Es muy importante tener clara está agresión a la naturaleza, justo cuando pensamos que se estaba recuperando, porque no hay tal. En Brasil con el gobierno de Bolsanaro, hay una política oficial de agresión a la Amazonía, algo que no se podría decir jamás de  Colombia. Podemos tener problemas de gobernanza, pero ese es otro tema. En Colombia hay cosas como el impuesto al Carbono que está desde la reforma a los impuestos en el 2017, y que es como el secreto mejor  guardado del planeta. Existe apenas en 50 países en el mundo y aquí tiene una de las formas más desarrollada y estimula la recuperación y la restauración ambiental.

J.M.O: Nos queda pendiente el tema de los océanos, que es otra de tus preocupaciones.

 

 

 

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