Desde que se supo que la minga indígena proveniente del Cauca tenía una parada programada en Soacha, el alcalde, usando varios argumentos, negó la estadía en el municipio. Aunque, con las más de 15.000 personas en las calles el pasado 18 de octubre, la oposición le ganó el pulso a Saldarriaga.
El viaje de 7000 indígenas del Cauca hacia la capital del país se convirtió en un hecho político, y en un pulso entre la oposición y los movimientos populares en todo el país en contra del presidente Duque y el uribismo. La ciudad del Dios Varón no fue la excepción, ya que la oposición le ganó el pulso a Saldarriaga y no dejó que el paso de la minga fuera invisible en el territorio.
Por eso, ante los pedidos de Saldarriaga para que la minga no se alojara el pasado domingo en el municipio —según él por "falta de recursos y logística para los más de 5.000 miembros de la minga indígena y la posible aparición de grupos armados al margen de la ley"—, las organizaciones estudiantiles, feministas, populares y ciudadanía en general se encargaron de darle un recibimiento multitudinario a la minga por las calles de la ciudad.
Diario de Cundinamarca habló con habitantes del municipio, quienes calificaron las declaraciones del alcalde de Soacha como: "Un hecho lamentable, no es posible que desde la institucionalidad se desconozca y se le falte al respeto a los indígenas de esa manera. Ellos están peleando por todos nosotros, y son la representación de nuestras raíces; no hay justificación para cerrarles la puerta así".
Del mismo modo, en entrevista con ese medio, Heiner Gaitán, concejal de la Colombia Humana-UP, arremetió contra Saldarriaga: "Es una vergüenza que por parte de la administración no se haya podido recibir a la minga. Sabemos que no hay recursos en Soacha, pero es que ellos no querían permanecer una semana no quedarse a vivir en el municipio. Era una estadía de 18 horas. A la gente de Soacha hay que recordarle que el alcalde está sintonizado política e ideológicamente con el presidente Iván Duque y su partido".
Así mismo, Gaitán afirmó: "Para el alcalde cuando viene la minga sí hay problemas de orden público, pero cuando amenazan líderes y lideresas ahí si no hay absolutamente nada. Es una lástima lo que ha hecho el alcalde siguiendo órdenes de sus jefes del uribismo".
Sin embargo, ante las casi 20.000 personas que recibieron y acompañaron a la minga en su Caravana por Soacha, Gaitán enfatizó: "Saldarriaga puede decir lo que quiera, pero aquí se está viendo como la ciudadanía en diferentes puntos está recibiendo con entusiasmo y expectativa a los indígenas. Ellos estuvieron aquí hace 12 años en el Coliseo León XIII y no hubo traumatismos".
Por su parte, Diario de Cundinamarca, en el cubrimiento de la llegada de los casi 7.000 indígenas, habló con algunos de sus representantes, quienes agradecieron el apoyo de la ciudadanía y se mostraron sorprendidos por el recibimiento.
"En todos los lugares por donde hemos pasado nos han tratado de maravilla. Incluso acá, donde pensábamos que tal vez no querían recibirnos, pero ver a la gente y su apoyo; nos llena de fuerza para continuar en nuestra lucha. La minga somos todos y esperamos que sigan acompañando y apoyando esta movilización", afirmaron desde la minga.
Finalmente, las organizaciones populares y movimientos estudiantiles que hicieron parte de la logística y del recibimiento a los indígenas calificaron la caravana como: "Histórica, el municipio de Soacha una vez más demuestra cuáles son sus verdaderos intereses y se suma en masa y de forma pacífica a las peticiones de la minga. El respeto a la vida, al medio ambiente, a las condiciones laborales dignas y a la resolución del conflicto armado es algo que nos compete a todos y el municipio lo entendió ".
A su vez, Gaitán agregó: "Es innegable que en Soacha desde hace una década vienen creciendo procesos juveniles, sindicales, de mujeres, estudiantiles, ambientales, comunitarios; y a ellos me debo en la representación política. Pero ellos pertenecen a una nueva realidad que lucha diariamente por existir en el municipio, alejados totalmente del clientelismo y de la política tradicional que se hace desde siempre en el territorio. Hoy hay que reconocer que los alternativos somos una fuerza que en la movilización social encuentra sentido a su norte estratégico y programático".
