La cancelación del Jamming Festival a un día del inicio del evento en Playa Hawaii (Ibagué) dejó con los crespos hechos a todos los asistentes al gran festival que ya estaban en Bogotá e incluso en Ibagué para asistir. Un festival crossover con decenas de artistas de diferentes géneros llamó la atención de miles de colombianos y extranjeros que compraron sus boletas para el Jamming.
Desesperados por obtener respuestas y soluciones ante la cancelación/aplazamiento del evento, varias personas que iban a asistir al evento se reunieron para protestar frente a Casa Babylon, el bar propiedad de Alejandro Casallas y que es el fundador principal organizador el evento hace ya 11 años.
Ecuatorianos, mexicanos, chilenos y de otras nacionalidades han llegado a Casa Babylon, ubicado en la calle 49 con carrera séptima para protestar contra los organizadores y exigir una solución pero el lugar aparentemente se encuentra vacío. Eso no ha impedido que grafiteen la fachada del lugar e incluso le lancen huevos a sus instalaciones. Los gestores de convivencia de la Alcaldía de Bogotá hacen presencia en el lugar por preocupación a que la situación de orden público empeore.
Incluso hay quejas de que en el mismo bar la noche anterior se seguían vendiendo boletas al público cuando muy probablemente ellos mismos ya sabían que el evento se iba a cancelar.
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