Giorgia Meloni, la mujer con la que la ultraderecha vuelve al poder en Italia, exactamente un siglo después de Benito Mussolini. Esta romana de 45 años y cuyo partido político, el ultraderechista Hermanos de Italia, obtuvo una sólida victoria en los comicios legislativos del pasado 25 de septiembre, juramentó como primera ministra este sábado 22 de octubre, tras aceptar el encargo del presidente Sergio Mattarella para conformar la nueva Administración del país.

Meloni recitó el juramento tradicional para esa posición, con el que se comprometió a ser fiel a la república italiana de la posguerra y a actuar “en el interés exclusivo de la nación”.

El compromiso fue firmado por ella y refrendado por Mattarella, quien en su papel de jefe de Estado, sirve como garante de la Constitución, redactada en los años inmediatamente posteriores al final de la guerra, que vio la muerte de Mussolini.

La juramentación tuvo lugar en el palacio presidencial del Quirinal, un día después de que Meloni anunciara que ella y los socios de su coalición pidieron por unanimidad al presidente que le diera el liderazgo para formar el nuevo gabinete.

Italia vio así a Meloni confirmarse como la primera ministra mujer de su historia y el inicio del primer Gobierno con raíces neofascistas en el país desde la Segunda Guerra Mundial.

Los 24 ministros de Meloni siguieron una toma de posesión similar. Cinco de ellos son tecnócratas y no representan a ningún partido político. Además, seis de las carteras están a cargo de mujeres.

La dirigente política está frente a una coalición que incluye a Forza Italia, del polémico expremier Silvio Berlusconi y La Liga, del exministro de Interior, Matteo Salvini, conocido por su estricta política migratoria que le valió disputas con los jueces de su nación y organizaciones de derechos humanos.

Aunque Hermanos de Italia ganó las pasadas elecciones, Meloni necesita a sus dos partidos aliados para lograr una sólida mayoría en la legislatura.

Pese a que los miembros de la alianza presentan similitudes políticas e ideológicas, el proceso para formar la nueva Administración ha expuesto tensiones internas.

Así sería el gabinete de Meloni 

Tras recibir el mandato para formar Gobierno, la nueva premier italiana desveló los nombres de quienes dirigirán los principales ministerios.

La líder del partido Hermanos de Italia designó este viernes a Giancarlo Giorgetti, del partido La Liga, para el Ministerio de Economía.

Meloni había tenido dificultades para concretar quién dirigiría esa cartera, considerada la de mayo peso como la más difícil del Gobierno, especialmente por el desafiante contexto actual de inflación y de desafíos económicos en el continente por la guerra rusa en Ucrania y sus respectivos efectos en los suministros de gas y petróleo.

Antonio Tajani, del movimiento Forza Italia y expresidente del Parlamento Europeo, se convierte en ministro de Relaciones Exteriores.

Entre otros altos cargos del gabinete, Meloni confirmó que el Ministerio del Interior estará liderado por Matteo Piantedosi, un funcionario de carrera sin afiliación política.

Entretanto, el Ministerio de Defensa estará a cargo de Guido Crosetto, uno de los fundadores de Hermanos de Italia y quien se desempeñó como subsecretario de esa cartera.

En total, la nueva primera ministra confirmó que nueve ministerios fueron entregados a políticos de su partido Hermanos de Italia, cinco a La Liga y otros cinco a Forza Italia. Además, a los tecnócratas les fueron otorgados otros cinco puestos en el gabinete.

Aunque Meloni y su gabinete tomarán juramento este 22 de octubre, la nueva Administración deberá someterse a un voto de confianza de las dos cámaras del Parlamento, en el que su coalición debe ser confirmada antes de que pueda comenzar a trabajar formalmente.

Las tensiones entre la coalición italiana más derechista en décadas

Esta semana, Giorgia Meloni tuvo que hacer frente a las polémicas declaraciones de su socio Silvio Berlusconi, luego de que en una reunión con sus legisladores, el exlíder de Gobierno expresó su simpatía por la motivación del presidente de Vladimir Putin para invadir a Ucrania.

En esa conversación, que fue grabada y filtrada a la agencia de noticias italiana ‘LaPresse’, Berlusconi dejó claro que reanudó sus contactos con Putin, responsabilizó a Kiev de la guerra y se jactó de que el mandatario ruso le envió botellas de vodka por su cumpleaños 86, el mes pasado.

Meloni, partidaria de la OTAN y del apoyo de Occidente a la nación invadida, rápidamente se vio obligada a aclarar que Italia “forma parte plenamente y con la cabeza en alto” tanto de la Unión Europea como de la alianza político-militar, liderada por Estados Unidos.

En respuesta a los comentarios de Berlusconi, que también fueron despectivos hacia el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, la líder de Hermanos de Italia insistió en que cualquiera que se una a su Administración debe estar sólidamente sincronizado con Occidente para oponerse a la guerra de Putin. Además, dijo que si eso significaba que no se podía formar su Gobierno, estaba dispuesta a correr el riesgo.

Pero Berlusconi no es el único dirigente político que representa retos en esta materia dentro de la coalición. Salvini, que encabeza La Liga, también ha cuestionado en ocasiones las duras sanciones occidentales contra la economía de Moscú.

Asimismo, Lorenzo Fontana, legislador de ese movimiento político y  elegido la semana pasada como presidente de la Cámara Baja de Diputados, ha expresado públicamente sus dudas sobre la continuación de esas medidas.

Los retos políticos y económicos del nuevo Gobierno

Las posiciones de Berlusconi y Salvini también resultan desafiantes debido a que la llegada al poder de la nueva coalición, con inclinaciones euroescépticas, es seguida de cerca por los aliados de Italia en la Unión Europea.

Si bien Meloni es considerada euroescéptica, aunque moderó su discurso durante la campaña, renunció a impulsar una salida de Italia de la zona euro.

El que será el Gobierno número 68 de Italia desde 1946, enfrenta enormes desafíos, incluida una recesión inminente y el aumento en los costos de las facturas de energía.

El crecimiento italiano dependerá en parte de los cerca de 200.000 millones de euros de subvenciones y préstamos acordados por la UE en el marco de su fondo de reactivación pos-pandemia.

Además, la prensa italiana se ha hecho eco de los múltiples cuestionamientos entre los dirigentes de los tres partidos políticos de la coalición sobre el reparto de los puestos en el Parlamento y en el futuro Gobierno, especialmente con los aparentes intentos de Berlusconi por socavar la autoridad de Meloni.

El tres veces primer ministro de Italia ha estado irritado por la victoria electoral del partido de Meloni. Los Hermanos de Italia obtuvieron el 26 %, mientras que su movimiento, Forza Italia, y La Liga obtuvieron poco más del 8% cada uno.

Recientemente, el político de 86 años se burló de ella y la calificó de  "arrogante" en comentarios escritos, después de que Meloni se negara a nombrar ministro a un legislador que es uno de los asesores más cercanos del magnate de los medios de comunicación.

Giorgia Meloni se declara cristiana y conservadora hostil frente a los derechos LGBTIQ+ y tiene como lema 'Dios, patria, familia'. Sin embargo, prometió que no tocará la ley que autoriza el aborto.

La nueva coalición reemplaza a un Gobierno de unidad nacional encabezado por el exjefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que asistió a una cumbre de la Unión Europea en Bruselas este viernes en uno de sus últimos actos como primer ministro.