Por aquello de la gran "brillantez" de este gobierno corchado a razón de incluir y vincular dentro del modelo del sistema de salud colombiano a parteras, yerbateros (as), sobanderos (as) , curanderos (as) y abuelos (as) de las comunidades en el manejo preventivo y predictivo de diagnósticos clínicos. Esto simplemente equivale a una tremendísima corchada y un completo descalabro.
El ejercicio de un médico (a) lo convierte en uno de los agentes de cambio indispensables en sociedad, debido a que representan compromiso y sensibilidad humanista. Por ende, resalto, que aquí no debe tergiversarse esta cuestión en discriminación (porque la costumbre gracias al mal uso de las redes es pensar que pensar distinto es discriminatorio). Como consecuencia, los fenómenos de índole fisiológicos, bioquímicos y morfológicos del individuo, exigen per se ser tratados por profesionales altamente competentes, responsables y con excesiva conciencia humana. Insistir con esta nueva propuesta de incluir tratamiento de curanderos, parteros, yerbateros y sobanderos, con todo el respeto que esta población merece, es jugar al ensayo y error con negligencia.
Lo que se necesita urgentemente, es dejar de generar más perjuicio al paciente y afiliado de servicios de salud, el respeto a sus derechos y garantizar todo un aparato de condiciones sistemáticas que impliquen maximización de calidad de vida desde todo nivel. Así que sería nefasto, con esta proposición reciente por parte del MinSalud, aumentar la arbitrariedad y el desdén de los vicios que el mismo sistema de por si ya viene padeciendo. No obstante, evidentemente, ni por un lado ni por otro se brindan soluciones eficientes. Solo chispas de enredo y desorden. Y por ello, claramente, por ahí no le entra el agua al coco. Al paso que vamos, entonces, ¿caeremos en Colombia también en el marasmo de jugar a ser médicos? Eso si que da un profundo temor. Los pacientes de diagnóstico diferencial etiológico, genérico, presuntivo, en especial, los de alto riesgo, las de transmisión sexual y enfermedades huérfanas no pueden ser tratados solamente con cremitas caseras, bebedizos y sobos.
Finalmente, si esta es la línea de ruta, no habría razón para la existencia en Colombia de facultades de medicina y sus correspondientes énfasis de especialización, entidades dedicadas a procedimientos quirúrgicos de alto nivel y medicina alternativa y/o molecular. Los profesionales de la medicina, de alto nivel ético, formación certificada y compromiso, tienen en sus manos la responsabilidad de tratar directamente con el padecimiento de los pacientes. Así de simple.
A tanta perla de este gobierno de cortos circuitos en los pocos 8 meses que han transcurrido, me terminaré haciendo un collar mejor que el de Marbelle.