Como si nada hubiera pasado, Bernardo el Ñoño Elías regresó a Sahagún después de pagar una condena de 5 años de cárcel ordenada por la Corte Suprema de Justicia por haber recibido coimas de Odebrecht y por corrupción con la contratación. Como integrante de la Comisión Tercera del Senado incidió en la contratación de al menos $ 18 mil millones y su intervención fue clave para que la constructora brasilera se quedara con el segundo tramo de la Ruta del Sol, desde Puerto Salgar hasta San Roque, César. Terminó de purgar su pena en su tierra, en la base de infantería de Marina de Corozal, desde donde preparó su regreso triunfal.
Este domingo se le vio en una de sus bullosas y festivas caravanas en carros descapotados y con la gente volcada en las calles aplaudiendo el regreso de la Ñoñomanía.
El Ñoño ha empezado a destapar sus apoyos con la intención de reconstruir su poder regional, que tendrá que ser en cuerpo ajeno. Desde ya se sabe que acompañará la candidatura de Mario Fernández a la Gobernación de Sucre y de Ariel Aduen para la Alcaldía de Corozal, el municipio donde está ubicada la base militar donde pasó el último tramo de su condena.
En Córdoba, su departamento, estará al lado de Erasmo Zuleta, representante del poder de la familia Bechara dueña de la Universidad del Sinú y tendrá participación directa con candidatos de distintos municipios.
El Ñoño Elías está emparentado con el también judicializado por el cartel de la hemofilia, el exgobernador Alejandro Lyons, quien está casado con Johana Elías, hermana de Ñoño. Pero aún permanecen dándose la gran vida en Miami sin regresar al país a darle la cara a la justicia.