Muy mal parados quedaron muchos izquierdistas colombianos con los comentarios acerca del indulto entregado por el presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski a Alberto Fujimori. Saturaron las redes sociales increpando al mandatario peruano y escribiendo repetidamente la palabra favorita del uribismo: “impunidad”. ¡Qué pena! Había trinos completamente iguales a los de los uribistas cuando se quejan del proceso de paz.
No cabe duda de que hubo un arreglo entre las partes, pues lo que según los medios era una inminente destitución de Kuczynski por el escándalo de Odebrecht, terminó siendo un sorpresivo espaldarazo al presidente y un indulto humanitario a Fujimori. Y sí, de esto hay que quejarse: es un intercambio de impunidades, pero ese no es el asunto de esta columna.
Tan pronto ocurrió el indulto, los tuiteros de izquierda comenzaron a recordarle a Fujimori, uno por uno, todos los delitos que cometió. Y eso está bien, hay que recordar, pero dejar de odiar. El expresidente peruano ya fue encontrado culpable, fue condenado y estuvo en la cárcel. Actualmente tiene 79 años y no se necesita ser médico para saber que su condición de salud no es buena. ¿Qué ganan los peruanos manteniendo a un anciano en una cárcel y además enfermo? En mi opinión, ganaron mucho más con la declaración que hizo horas después aceptando que había defraudado a parte de sus compatriotas. Es el reconocimiento público de sus delitos, está pidiendo perdón.
Pero esto tampoco les sirvió a los tuiteros de izquierda que desestimaron el perdón del expresidente peruano y lo catalogaron como falso. “No es un perdón sincero”, “no está arrepentido”, tal cual como los uribistas con los actos de perdón de las Farc. Quedan muy mal estos twitteros hablando de paz y de reconciliación en el contexto del proceso de paz en Colombia, mientras destilan odio contra otros. ¿Dónde está la paz, el perdón y la reconciliación? Uno no puede exigir el perdón solamente para las Farc sino estamos en condiciones de perdonar a otros que también cometieron delitos. No se puede exigir indulto y beneficios judiciales solamente para quien se identifica ideológicamente con uno: el perdón es para todos y sobre todo para quienes fueron nuestros enemigos.
Superar la guerra en Colombia requiere el sacrificio de todos los colombianos. No es consecuente tildar de guerreristas y vengativos a los uribistas cuando no estamos a la altura de conceder un perdón a nuestra contraparte. El odio que se expresa en Twitter contra Uribe y los uribistas es exactamente el mismo que ellos expresan contra las Farc y todo lo que ellos consideran como parte de ellas. Si apoyamos la solución civilizada a nuestro conflicto armado, tenemos que aceptar también que los responsables de la ultraderecha tengan beneficios. Para mi sería mucho más satisfactorio una declaración de perdón de Álvaro Uribe, que verlo tras las rejas.
Los tuiteros de izquierda ni siquiera le perdonaron a Gustavo Petro su reacción a favor del indulto. Así escribió el exalcalde: “En navidad, ni las distancias ideológicas, ni el deseo de venganza, ni el círculo perpetuo de los odios debe hacer olvidar que siempre es preferible la reconciliación y la verdad que la cárcel”. Ojalá pongan en práctica estas ideas.
