Se cumplió lo que habíamos denunciado cuando el Congreso de la República aprobó el artículo 369 del Plan Nacional de Desarrollo, PND, de Gustavo Petro: Se privatizarían las entidades financieras del Estado para desmejorar las condiciones laborales de sus trabajadores y entregarlas al capital privado.
Y este esperpento, de un gobierno que se autodenomina del cambio, se buscó cambiando la naturaleza jurídica de las entidades públicas que presten servicios financieros, de empresas industriales y comerciales del Estado, a empresas de economía mixta por acciones.
Para lograr este objetivo, se revistió al presidente de la República de facultades extraordinarias, por el término de seis (6) meses, contados a partir de la fecha de entrada en vigencia de PND, para homogeneizar las disposiciones que regulan la gobernanza y los regímenes de las entidades públicas de servicios financieros.
A través del Decreto 1962 de 2023 de 15 de noviembre de este año, el presidente Petro empezó la privatización de las entidades financieras del Estado cambiando la naturaleza jurídica del FONDO NACIONAL DEL AHORRO y de la EMPRESA NACIONAL PROMOTORA DEL DESARROLLO TERRITORIAL y dejó la puerta abierta para continuar privatizando al Banco Agrario de Colombia, a Bancoldex, al Fondo Nacional de Garantías, a la Financiera de Desarrollo Nacional, a Finagro, Fiduagraria, Fiducoldex, Positiva y la Previsora.
De acuerdo con el artículo 3 del Decreto 1962, “los Estatutos Sociales de las entidades que hagan parte del Grupo Bicentenario sólo podrán ser modificados por la Asamblea General de Accionistas de la respectiva entidad, sin que para ello se requieran más formalidades que las establecidas en la regulación societaria y financiera aplicable. En ningún caso requerirá decreto o ley para realizar las modificaciones a los Estatutos Sociales”.
Como en los Estatutos Sociales se regula, entre otras, la naturaleza de la entidad, de manera subrepticia y sigilosa, las asambleas de accionistas de las entidades que faltan por privatizar podrían en marzo de 2024, modificar la naturaleza de sus entidades, de Empresas Industriales y Comerciales del Estado a Empresas de Economía Mixta por acciones.
Llega tarde el rechazo de las Centrales a este Decreto. Debieron oponerse férreamente desde que este proyecto se aprobó en el Plan Nacional de Desarrollo que apoyaron incondicionalmente. Además, guardan silencio frente al inminente peligro que corren las demás entidades financieras del Estado.
Y da vergüenza ajena como SINTRAPREVI, sindicato mayoritario de LA PREVISORA, sale a aplaudir este Decreto el mismo día de su publicación. Necesitamos unirnos todas las organizaciones de trabajadores en contra de esta nueva ola privatizadora, pero, sobre la base de la autonomía de los sindicatos. Si este proceso lo lideran organizaciones apéndices del gobierno nos llevarán a todos al desbarrancadero.
No olvidar que el grupo Bicentenario es una criatura de Duque y Carrasquilla y es recomendación de OCDE para dinamizar el mercado de capitales, por eso el afán de Petro de modificar su naturaleza jurídica por el de empresas mixtas por acciones, para demostrar que su presidencia es más sumisa al extranjero y a la banca multilateral que la de sus antecesores.
*Asesor jurídico de la ASOCIACIÓN DE EMPLEADOS DE COMPAÑIAS DE SEGUROS, REASEGUROS Y FILIALES, ASDECOS