Los resultados de las elecciones del 13 de marzo para Senado y Cámara y para coaliciones presidenciales permiten definir las tendencias principales del momento y augurar los posibles desarrollos políticos en el inmediato futuro.
Los siguientes son los datos que nos permiten señalar los siguientes elementos de juicio: 1- Senado: Pacto Histórico 17 escaños, Partido Conservador 15, Partido Liberal, 15, Coalición Centro Esperanza 14, Centro Democrático 14, con pérdida de 5 escaños, Cambio Radical 11, con pérdida de 5 curules, Partido de la U 10, con pérdida de 4 curules, Coalición Partido Mira- Colombia Justa Libres 4, Movimiento Mais 1, Coalición AICO 1
2-Cámara: Pacto Histórico 25 curules, Partido Conservador 25 curules, Partido Liberal 32 curules, Centro Democrático 15 curules, Cambio Radical 16 curules, Partido de la U 16 curules, Alianza Verde 11 curules, Centro Esperanza 1 curul. (El Colombiano-16-3-2022)
Es decir, el Pacto Histórico alcanzó la mayoría en el Senado y le ganó al Centro Democrático que fue mayoría y tuvo el control del Gobierno en los cuatro años pasados. En la Cámara de Representantes gana el Partido Liberal, pero el Pacto Histórico queda de segundo, empatando con el Partido Conservador, y ganándole al Centro Democrático.
3-Veamos los datos de los ganadores de las consultas: Gustavo Petro 4.417.000 votos; Federico Gutiérrez 2.121.000 votos; Sergio Fajardo 715.000 votos. Y de la coalición más votada: Pacto Histórico5.486.474; Equipo Colombia 3.918.904; Centro Esperanza1.840.147. (El Colombiano 16-3-2022)
Es decir, la Coalición del Pacto Histórico le gana a Equipo Colombia por un poco más de 1.500.000 votos, y tiene un empate técnico con Equipo Colombia y Centro Esperanza, unidos. Entre estas tres fuerzas está el Partido Liberal (Cesar Gaviria) que le jugaría al Pacto Histórico, y el Partido Conservador, que va con el Uribismo, y que sostienen y conservan su maquinaria política y sus votos clientelistas. Más abajo y también en decadencia, están Cambio Radical, Partido de la U, ambos al lado de Fico (Uribe) y de Germán Vargas Lleras (Liberal de derecha).
Entonces podemos decir que el Pacto Histórico es la tendencia en crecimiento que tiene futuro político, y la corriente de Uribe es la tendencia que va en decadencia, no solo en Colombia sino también en América Latina.
4-El otro fenómeno relevante en las elecciones del 13 de marzo es la situación política de la Coalición Centro Esperanza, cuyos resultados están comprobando que la polarización en Colombia (democracia-fascismo) es producto de la polarización económica política y social, es decir, es el resultado de la profunda desigualdad, de la exclusión, de la pobreza, del desempleo, de la informalidad, de la miseria, de la violencia, el desplazamiento, del modelo de acumulación capitalista neoliberal que ha producido este estado de polarización y crispación política y social en el país, y por supuesto con el agravamiento de la pandemia y de los paros cívicos y rebeliones populares de 2019, 2020, y 2021, que no se va corregir con el proyecto político de una supuesta tendencia del “Centro” que sería como el fiel de la balanza política entre la derecha y la izquierda, teoría que los resultados electorales del domingo 13 de marzo se han encargado de poner en su sitio: es decir, esta corriente político programática no tiene un espacio propio en Colombia, sino que tiene que girar ineludiblemente en torno a la derecha, o a la izquierda; de ahí los raquíticos resultados electorales de su candidato presidencial Sergio Fajardo y de toda la Coalición Centro Esperanza. Sin embargo, con 14 curules en el Senado, cuatro más que en la pasada legislatura, y con personalidades independientes y progresistas con los cuales tiene que contar el Pacto Histórico para la primera vuelta. Entre ellos Carlos Amaya, exgobernador de Boyacá, fenómeno de la consulta del Centro Esperanza, segundo después de Sergio fajardo.
5-En el pabellón de los quemados hubo algunas sorpresas que se veían venir: Nuevo Liberalismo, Fuerza Ciudadana, Estamos Listas, Comunes, Dignidad; valiosos esfuerzos democráticos y de oposición que sin embargo no fructificaron debido en gran parte al manejo de los egos personales y la falta de una visión de conjunto de la situación política actual, que no les permitieron engrosar la lista cerrada del Pacto Histórico, con lo cual habría crecido en forma significativa la lista de los Senadores de esta coalición para el cambio democrático.
6-Vuelve y juega la abstención electoral, y en estas circunstancias políticas y económicas mucho más dramáticamente. Tenemos 39 millones de habilitados por la Registraduría, de los cuales se abstiene el 50%. De los 18 millones que participaron en las presidenciales del 2018, solo participaron 12 millones en las consultas del 13 de marzo, lo que está indicando que hay 6 millones de ciudadanos colombianos que aún no han tomado una decisión, por lo cual aún es prematuro cantar victoria, sin tener asegurada una alianza con el Liberalismo y con las mayorías de las bases del Centro Esperanza.
Hay que insistir y repetir cuantas veces sea necesario que la abstención electoral es una de las principales causas del atraso de la izquierda en este país.
Por la abstención de una cifra tan elevada de colombianos es que se mantiene la corrupción, la miseria, la desigualdad, el desempleo, la informalidad, la violencia y el paramilitarismo; por la abstención es que se mantiene la casta de la oligarquía dominante desde hace ya más de 200 años; a nadie más beneficia la abstención que a la élite del poder.
Tienen su sistema de dominación basado en la abstención del 50%, más o menos, que no vota nunca, dejándole el campo abierto a la gran burguesía del capital financiero, feudal, y terrateniente; es la abstención la que permite que el Congreso corrupto mantenga inalterable su composición, legislando contra las mayorías populares y enriqueciéndose con la corrupción generalizada de los grande contratos del Estado; la abstención electoral colombiana es consustancial y estructural al sistema y al régimen político de la clase dominante colombiana; mientras se mantenga este sistema electoral va a ser muy difícil cambiar la realidad política del país.
7-En este sentido traemos a cuento las expectativas creadas por la juventud rebelde en 2019. 2020 y 2021, pensando en la posibilidad de cambiar su accionar de masas en las manifestaciones y paros cívicos continuados, por la participación electoral el 13 de marzo, como una forma de expresar su descontento y su rebeldía contra la clase dominante y contra su brutal tratamiento criminal por parte de la policía y del Esmad, pero la participación el día de elecciones de los Consejos Municipales de Juventudes el 5 de diciembre del 2021 dejó muy claras las bajas posibilidades de una masiva participación en las elecciones para Congreso y para las consultas presidenciales del 13 de marzo, con lo cual el fenómeno parece repetirse como un cáncer que ha hecho metástasis en la juventud de la población colombiana, sin perspectivas de poder superar este estado de cosas en el inmediato futuro.
8-En estas circunstancias y teniendo en cuenta las dificultades que presenta el régimen político para el avance de la oposición democrática, el progreso gigantesco que ha conquistado la izquierda democrática el 13 de marzo con el Pacto Histórico, con todas sus limitaciones, hay que valorarlo en sus justas proporciones y en sus reales perspectivas de desarrollo.
El resultado del Pacto estuvo adscrito principalmente en Bogotá, donde fue la primera fuerza en la Cámara y en el Senado, en el Sur- Valle, Cauca, Nariño-; en la Costa Caribe, en la Costa Pacífica- y también haciendo una incursión significativa en el nicho del Uribismo recalcitrante y ultramontano del Eje Cafetero, especialmente en Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, con tres senadores y dos representantes a la Cámara por Antioquia, lo que sin colmar las expectativas que había despertado la alianza de Petro con el Alcalde de Medellín, Daniel Quintero, si crea un espacio importante para coordinar un trabajo regional del Pacto a través de sus voceros parlamentarios, siempre y cuando se trabaje con criterios de unidad, lucha y movilización de masas, denuncia de la corrupción política del régimen y el cumplimiento de las líneas programáticas del Pacto Histórico.
9-Con estos espacios de lucha parlamentaria conquistados en el Senado y en la Cámara de representantes, podemos empezar a proyectar desde hoy mismo las posibles alianzas con los sectores sociales y gremiales y con el partido Liberal y la Coalición Centro Esperanza, para la construcción de una agenda programática que asegure la presidencia de la República en la primera vuelta del 29 de mayo.
Aquí va a resultar de primera importancia el correcto manejo político de la vicepresidencia para el extraordinario fenómeno político de Francia Helena Márquez Mina, la cual augura un proyecto de cuadro de izquierda democrática de las nuevas generaciones para la continuidad y sostenibilidad del proyecto político programático del Pacto Histórico, por encima de los 715 000 votos de Sergio Fajardo el candidato ganador de la Coalición Centro Esperanza.
10-La renuncia de Oscar Iván Zuluaga a la candidatura del Centro Democrático al otro día de elecciones del 13 de marzo a favor del Federico Gutiérrez está diciendo las verdaderas intenciones de Álvaro Uribe con el exalcalde de Medellín, como quien dice, se repite una vez más “el que diga Uribe” de anteriores elecciones presidenciales, con el nuevo elemento de Germán Vargas Lleras de Cambio Radical, quien aspira a figurar como fuerza decisoria en el marcador de la Primera vuelta.
11- En todo este ajedrez político surge una nueva encrucijada: la denuncia de Gustavo Petro el martes 15 de Marzo de que hay gato encerrado en los resultados electorales: aparecen 29 000 mesas electorales sin un solo voto del Pacto Histórico, lo que constituye en sí mismo, un elemento muy probable de fraude electoral, por lo cual se va a exigir el reconteo de estas mesas a las autoridades competentes, nacionales y extranjeras, para esclarecer la veracidad del caso.
12-De tal manera que la tarea central del Pacto Histórico en estos momentos es defender los resultados del Pacto en los escrutinios y denunciar todas las anomalías presentadas, en alianza con los sectores democráticos especialmente con los sectores de Fuerza Ciudadana y de la Coalición Centro Esperanza que quieran asumir desde ya la lucha contra el fraude y por la democracia y la paz, y a la vez conformar un comité democrático multipartidista contra los posibles intentos de fraude en la primera vuelta presidencial del 29 de mayo.
13- Además, proponemos la tarea de aprovechar el 1 de mayo, para una manifestación nacional multitudinaria del Pacto Histórico y demás sectores democráticos con el fin de curarse en salud contra el fraude electoral y responder con la lucha de masas por la defensa de la democracia y de la paz.