En el adagio popular cuando se juega con la moneda a cara y cruz o cara y sello, en ocasiones el más aventajado ante el más ingenuo usa la frase «Con cara gano yo y con sellos pierde usted».
Ante los comicios del 13 de marzo de 2022, esta frase parece que toma más fuerza, en especial ante los partidos de la extrema derecha. Si bien históricamente luego de las votaciones entre el señor Rojas Pinilla y Pastrana Borrero, cuando siendo las 8 de la noche y faltando un 10% del escrutinio, el primero aventajaba al segundo por amplio margen al segundo, inexplicablemente se da un apagón, lo que impide en ese momento a los ciudadanos seguir escuchando el avance de los resultados y mágicamente al día siguiente aparece el señor Pastrana Borrero como el nuevo presidente de los colombianos.
Si bien luego de esos comicios no se escuchó el reclamo de partidos y candidatos, desde el año 2018 se viene hablando de un fraude hacia los partidos de oposición al gobierno, en las décadas de los 80 y 90; el fraude empezaba semanas antes con la repartición de tejas, ladrillo y cemento, o las denominadas becas a los hijos que fueron la fuente de financiación a colegios privados. En la década de los 90 la compra de votos es patrocinada por carteles de narcotráfico; hay expresidentes que si deciden contar la verdad pueden dar fe de esa práctica.
En la actualidad esa práctica ya poco o nada de usa excepto la de la influencia de narcotraficantes, por intereses personales. En 2018 el fraude se dio con la financiación de narcos comprando votos a 50 mil pesos y una posible alteración al software de la Registraduría, lo que llevó a la oposición a estar atenta a los resultados según los boletines de la Registraduría.
Luego de las primarias del 13 de marzo de 2022, algunos partidos como el Centro Democrático y su aliado el expresidente Andrés Pastrana (hijo de Pastrana Borrero), han empezado una campaña de acusaciones hacia el Pacto Histórico de haber hecho fraude; acusación sin fundamentos, pues el gobierno del presidente Duque es de su partido, el registrador es de su partido, el software los contrataron ellos, retiraron a los docentes, que eran los garantes del conteo por personas que no sabían cómo hacer el escrutinio, es decir dieron todas las condiciones para que de un modo u otro la extrema derecha ganara de manera abrumadora en las votaciones al Congreso.
Es ahí donde la frase del título toma toda la fuerza, pero desafortunadamente las cosas no salieron como querían y cuando el que pone las reglas todo se le cambia sale a decir que no hay garantías de nada. Desde el año 2002 el señor Uribe viene escribiendo las reglas de juego, han aprobado leyes que solo los beneficia a ellos, han puesto en cargos de Gobierno y altas cortes personas que son afines a ellos, ha nombrado a funcionarios en los órganos de control que son de su sector, todo estaba para que ellos fueran los ganadores, pero perdieron.
La extrema derecha en cabeza del Centro Democrático jugó sus dados cargados para que saliera el cuatro y tres, pero se salió cinco, es así que cuando lo que ellos construyeron durante dos décadas se cambia y los afecta y salen a buscar culpables en todas partes y acusar de que todo está en contra de ellos: esa es la posición del mediocre.
Lo que debe entender la extrema derecha es que la sociedad se encuentra en un estallido social son 62 años de desigualdad económica, despojo de tierras y desplazamiento de familias e inequidades en salud y malas políticas de trabajo y que el mejor jefe de campaña para el Pacto Histórico son los últimos cuatro años de Gobierno, malas decisiones administrativas, reformas perversas, desaparición de plata y no hay responsables, aparición de audios entre narcos y políticos, audios y vídeos de personas que apoyan a la extrema derecha donde dicen que hicieron fraude o como hacer la jugadita, reemplazaron a los docentes como jurados y colocaron personas que no sabían hacer el conteo y llenar los formularios.
Si piden un reconteo muy seguramente la extrema derecha seguirá perdiendo curules; ya no son cuatro ojos mirando los votos, serán muchos ojos pendientes de que se cuente bien.
Si el señor Uribe en sus declaraciones está buscando que Colombia entre en una guerra civil, le cuento que los gobernantes han perdido las guerras civiles, pregúntele a la monarquía francesa: terminaron con la cabeza en un cesto.
