La Comunidad de Paz de San José de Apartadó nació el 23 de marzo de 1997 y sus miembros no han cambiado ni una coma de sus principios de resistencia civil no violenta y siguen firmes en la defensa de la vida y el territorio, a pesar de la absoluta impunidad de todos los crímenes y agresiones de las cuales han sido víctimas. Han superado cuatro masacres, 300 asesinatos, al menos cinco desplazamientos masivos y más de 900 violaciones a los derechos humanos registradas y documentadas: bloqueos económicos, calumnias, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, falsos positivos, robos.
La Red Europea de Solidaridad con Colombia y otras organizaciones europeas han enviado, por motivo del 21 aniversario de la constitución de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, una carta a la Corte Penal Internacional en la que adjuntaron un registro sistematizado de las denuncias de violaciones a los derechos humanos a la Comunidad durante todo el 2017 y un análisis de las respuestas institucionales a las denuncias internacionales, realizado por el Observatorio de los derechos humanos de la Rete Italiana di Solidarietà Colombia Vive!
La agresión más reciente fue el pasado 18 de marzo cuando paramilitares llegaron al asentamiento de la comunidad lanzando improperios y amenazas contra la gente. Según la alerta de la Comunidad, saquearon las casas, robaron las gallinas y dañaron todo lo demás que encontraron allí. Esta vez fue en la vereda Mulatos, concretamente en “la Aldea de Paz Luis Eduardo Guerra”.
Los miembros de la Comunidad de Paz continúan en pie para defender la vida y el territorio. Ellos siguen tejiendo paz desde abajo en medio de la guerra. Una guerra que regresa sin haberse ido y cuyo objetivo es someter el campesinado a la dinámica paramilitar que reina en la zona de Urabá y, como reiteradamente se oye, llevar el desarrollo a una de las zonas más estratégicas de Colombia, aunque para ello sea imprescindible despojar a los campesinos de su tierra y modus vivendi.
Con el informe y la comunicación las organizaciones internacionales han querido confirmar, una vez más, su admiración a los campesinos y campesinas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y reiterar su firme compromiso de seguir caminando al lado de ellos.