Ya no existe la atención al cliente que es requisito para todas las empresas que prestan servicios públicos. Ahora las empresas de telefonía, de servicios públicos, las aerolíneas, y un largo etcétera de empresas privadas nos quieren embaucar con unos bots que atienden las líneas de atención al usuario que supuestamente funcionan con inteligencia artificial, pero en realidad es una brutalidad artificial porque los tales bots no solucionan nada, no brindan una verdadera asesoría y de paso le ahorran a los codiciosos empresarios millones de pesos en contratación de personal humano que atienda y solucione debidamente las dificultades de sus clientes con su pésimo servicio.
Me pasó hace unos días cuando intenté retirarme de un servicio de Internet fijo con Movistar, no se lo deseo a nadie, entre las decenas de opciones que ofrece su inteligencia artificial no hay una sola que lo comunique con un ser humano, cuando por fin se logra dar con la opción que supuestamente lo lleva a la atención al cliente, misteriosamente la llamada se cuelga. Si uno intenta hacer la gestión por ventanilla los "eficientes" funcionarios lo mandan a llamar a la línea atendida por brutalidad artificial porque ellos no están autorizados para solucionar nada.
Mejor dicho, ni los humanos ni los algoritmos, el usuario debe tragarse sus problemas y seguir pagando cumplidamente los malos servicios, porque ay donde se pase unos días, le cortan el servicio, le cobran una costosa reconexión y si persiste lo reportan en datacrédito.
Uno no entiende cómo hay gente tan sumisa que le hace caso a medios de comunicación privados, que lo único que pretenden es mantener los privilegios de estos grandes grupos económicos dueños de estas codiciosas empresas.
Hace poco Vicky Dávila se rasgaba las vestiduras porque Petro sacó a la anterior jefe de la Superintendencia de Industria y Comercio, la señora Pimiento, que fue declarada insubsistente por estar involucrada en el favorecimiento de LATAM y Avianca cuando su deber es defender al usuario. Esperemos que la nueva Súper tenga la honradez, los dientes y las uñas para enfrentarse a estos poderosos grupos económicos que manejan los servicios públicos y a la vez los medios de comunicación.
Ahí uno entiende por qué los medios tradicionales se la tienen montada al actual gobierno, son miles de millones de pesos en juego que quieren seguir ganándose haciendo con la gente lo que les da la gana. Esos mismos medios son los que se orinan en los pantalones de la felicidad cuando personajes perversos como el señor Milei escupen su veneno, como cuando dijo en el foro de Davos que el gobierno no debía controlar de ninguna forma las empresas privadas, que se debería permitir el monopolio.
¿Se imagina usted lo que harían con sus usuarios estas empresas si no existiera nadie ante quién quejarse o si usted no tuviera ninguna opción en la competencia?