El primer país donde se realiza un referéndum es Grecia. Una slogan en las redes sociales decía “gracias Grecia por re-enseñarnos la democracia”. El referéndum, buscaba establecer la voluntad popular sobre la aceptación o el rechazo de las medidas adicionales de austeridad dictadas por la Troika.
La Troika
El termino Troika procede del ruso y en este caso designa la alianza entre el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Juntos han prestado dinero a los países más endeudados donde la desregulación financiera tuvo consecuencias muy graves, pero en intercambio del dinero, han impuesto desde el exterior la política financiera, económica y social de estos países. Lo que ha significado una perdida de soberanía y una herida al derecho democrático.
El termino democracia proviene del griego: demos significa pueblo y kratos poder. El poder del pueblo, es decir sistema de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes. La Troika ha quitado este derecho al pueblo imponiendo sus gobernantes a limitarse a cumplir los programas de ajuste estructural dictados desde Bruselas,. Por ejemplo, en Grecia, Portugal y España, los gobiernos se vieron obligados a disminuir el salario mínimo y despedir miles de funcionarios. Cambiaron la vida de miles de personas de un momento a otro. La impopularidad de la denominada Catastroika crece cada día. Entendiendo esto, parece sensato que un gobierno organice un referéndum antes de imponer tales sacrificios a sus compatriotas, además las primeras víctimas son las clases mas desfavorecidas.
El referéndum
En Grecia, no es la primera vez que un gobierno propone someter a referéndum los planes de la Troika. El 31 de octubre del 2011, el entonces primer ministro Georges Papandréou, desesperado, decidió llamar a un referéndum antes de votar las nuevas medidas de austeridad en el Parlamento. Sin embargo las presiones ejercidas por Ángela Merkel, el entonces presidente francés Nicolás Sarkozy y los bancos, catalogando de peligroso consultar al pueblo, hicieron que Papandreou renunciará en 3 días a esta idea y en 5 días dejara su cargo.
Pero esta vez, el gobierno griego estaba decidido a llegar hasta el final. La Troika, los líderes europeos y los bancos intentaron también crear miedo. Amenazaron con que un No significaría la salida de Grecia del euro y hasta de la Unión Europea, así sea imposible de realizar según los tratados europeos. Y hasta se atrevieron a hacer campaña por el SÍ, como en el caso del presidente socialdemócrata del Parlamento Europeo, quien declaró esperar la demisión del gobierno griego y reemplazarlo por uno de tecnócratas.
La diferencia con el fallido intento del referéndum anterior, es que esta vez el pueblo griego ya había decidido que no se sometería más a recibir los dictámenes de la Troika. Solo que esta decisión la tomaron en las elecciones pasadas, cuando llevaron en le 2015 al poder a Syriza, el partido de izquierda que ha estado en punta de las manifestaciones contra la austeridad. Ahora nuevamente se ratificó esta voluntad popular, donde el NO obtuvo más del 60%. En una democracia, donde se debe gobernar según la voluntad del pueblo, este es un mensaje claro que permita al gobierno de Griego tomar las medidas necesarias para cumplir el mandato.
La austeridad
Si miramos el balance de la aplicación de las medidas de recortes y privatizaciones pregonadas por la Troika, el resultado es catastrófico : la pobreza ha aumentado del 33% (2009-2013), junto a ella la mortalidad infantil de un 42,8%, la taza de desempleo explotó subiendo más del 190%, mientras el Producto Interior Bruto (PIB) griego ha caído un 25% y hasta los suicidios se dispararon en un 44%. Lo más absurdo, es que todos estos sacrificios han sido en vano, pues la deuda sigue creciendo alcanzando el 190% del PIB.
Los resultados se explican por el sistema impuesto para el reembolso de la deuda donde los bancos privados - que detienen los títulos de la deuda griega - son los principales beneficiarios los pagos y por ende del endeudamiento. El dinero prestado por el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional solo alcanza a cubrir una parte de la deuda, la cual costeada en las bolsas de valores, se ha vuelto un producto más de especulación. El gobierno no puede invertir el dinero recibido en su país para fomentar la creación de empleo y lograr un crecimiento que les permita dignamente pagar la deuda. Todo lo contrario, los planes de la Troika solo han empeorado la situación de recesión.
La alternativa
La llegada por primera vez al gobierno de un partido anti-austeridad como Syriza, ha significado un soplo de aire para miles de personas. Las primeras medidas de este gobierno fueron aumentar el salario mínimo al nivel al que estaba antes de los recortes, devolver sus puestos a 3.500 funcionarios despedidos ilegalmente, dar la nacionalidad a hijos de inmigrantes nacidos en Grecia, restaurar el acceso universal a la sanidad pública, paralizar las privatizaciones, etc. Es decir todo lo contrario a las medidas neoliberales pregonadas por al Troika.
Un comité internacional de expertos presentó en el Parlamento heleno los resultados de la auditoría de la deuda. Explicaron que la explosión de la deuda se debe "al pago de intereses extremadamente elevados a los acreedores, un excesivo e injustificado gasto militar, caída de ingresos fiscales debido a la huida de capitales, la recapitalización de los bancos privados por parte del Estado y los desequilibrios creados por los defectos de la propia Unión Monetaria". Y concluyeron que "La deuda con el FMI debería considerarse ilegal, ya que incumple los propios estatutos del Fondo, la Constitución griega, el derecho internacional consuetudinario y los acuerdos de los que Grecia forma parte”. Y la semana pasada un reciente estudio del FMI admitió que la deuda griega es insostenible y se debe anular 30% de esta.
Si Syriza logra renegociar la deuda, o suspende los pagos de esta calificada de “ilegitima” o encuentra una alternativa que permita reactivar el crecimiento, la mayoría de la UE gobernada por partidos de derecha y socialdemócratas, estarían equivocados y habrían impuestos sacrificios a millones de personas a cambio de nada. El posible triunfo de Syriza los hace sentir amenazados, pues lógicamente esto impulsaría a que otros gobiernos anti-austeridad fueran elegidos. Después de Grecia fue en España donde en las elecciones del mes pasado una lideresa social famosa por luchar contra los desahucios se convirtió en la alcaldesa de Barcelona. También una alianza de izquierda llego por primera vez a la alcaldía de Madrid. Y los pronósticos son muy buenos en favor del partido de los indignados Podemos para gobernar la península Ibérica.
Hay que cortar cabezas. Y por esto, el lunes, Europa se sorprende que luego del triunfo histórico del NO (OXI en griego), el ministro de finanzas Yánis Varoufákis quien abogó por el NO, renuncie a su cargo declarando "Poco después del anuncio de los resultados del referéndum, se me informó que algunos miembros del eurogrupo y sus 'socios' deseaban mi 'ausencia' de las reuniones, una idea que el primer ministro juzgó potencialmente útil para obtener un acuerdo".
Grecia lucha por obtener un acuerdo en buenas condiciones y por esto aceptan de sacrificar a Varoufákis quien ha simbolizado la lucha encarnada contra la Troika. Al punto que este profesor de economía, que se niega a usar corbata en las reuniones, se ha convertido en una leyenda y es comparado a un súper héroe.
Lo que viene
El gobierno de Syriza sale reforzado por la voluntad popular de rechazo a la austeridad de la Troika. En una verdadera democracia tendría una posición de negociación mas fuerte que le permita lograr un acuerdo en favor del pueblo. Alexis Tsipras, primer ministro griego, ha declarado que su intención no es de salir de la Unión Europea, si no de trabajar por una verdadera solución a la crisis. Los votantes del NO han repetido en los medios de comunicación, que lo que buscan es una « Europa Social » y no una « Europa del capital ».
Sin embargo, no es la primera vez que en un referéndum se dice NO para rechazar la Unión Europea neoliberal y exigir una integración más social. Irlanda, Holanda y Francia lo dijeron respectivamente en el 2005, cuando el NO al Tratado Europeo gano netamente en estos países. Desafortunadamente no se respeto la voluntad popular y se impuso el Tratado de Lisboa. Un sinsabor enorme quedo en las bocas de todos y la democracia comenzó a temblar.
Hoy entre la crisis, el aumento de la pobreza y la impopularidad de la Unión Europea, es el nacionalismo y la extrema derecha que gana terreno. Y si no respetan el NO heleno, es todo el proyecto de integración europea que se verá afectado. Líderes de extrema derecha que claman por cerrar las fronteras, salir del euro y acabar con la inmigración, tienen cada vez mas eco y las medidas de la Troika solo les abonan el terreno.
Si los líderes europeos no escuchan hoy al pueblo griego, en un futuro desafortunadamente no muy lejano, será el extremismo que triunfe y tendrán que reunirse ya no con líderes anti-austeridad, si no con líderes anti-europeos que cuestionarían seriamente la paz y la estabilidad en la región.