Esta es la primera vez que el Ministerio de Seguridad Pública ofrece información pública sobre niños “encontrados”, fotografías, la fecha en la que fueron rescatados y los datos de contacto de la policía, con el objetivo de que sean reconocidos por sus padres y facilitar de este modo la vuelta a sus familias.
“Incluso si no puedo reconocer a mi niño en las fotos, esta iniciativa es una bendición para todos los padres que, como nosotros, prácticamente habían perdido toda esperanza” – declara al periódico China Daily una madre que en 1999 perdió a su hijo de cinco años.
En la mayoría de los casos, los menores eran secuestrados o robados, pero también existen numerosos casos de parejas que tenían una niña y que, debido a la política del hijo único, decidían venderla para volver a intentar engendrar un hijo varón.
Los niños con los que comercializaban estas redes son comprados por personas de otras provincias que desean un niño o parejas que por sus propios medios no pueden tenerlo. Estos niños, según la ONG Baby Come Home, son tratados como hijos propios. De hecho, en ocasiones sus propias familias y vecinos desconocen que no son hijos biológicos.
En una sociedad tan tradicional como es la China y especialmente en las áreas rurales los niños varones están muy valorados, no tener un hijo es un motivo de vergüenza y pueden provocar rechazo social. De esta forma, un niño puede llegar a costar 6.000 dólares, mientras que el precio de las niñas es de unos 500 dólares. Conforme el niño crece, estas cifras se van devaluando.
Otro aspecto que aún complica y entristece aún más la situación es que la mayoría de estos menores fueron secuestrados cuando prácticamente eran bebés y han desarrollado lazos afectivos con sus captores. Según el periódico China Daily “hay hijos que para volver con sus padres les obligan a firmar acuerdos que garanticen que podrán volver a vivir con sus captores al menos unos meses al año”.
Tomado de El Confidencial