Como si se tratara de una oferta más de su empresa inmobiliaria, el hoy presidente Trump ha propuesto comprar Groenlandia, la isla más grande del mundo entre los océanos Ártico y Atlántico, con 56 mil habitantes. Lo que se desconoce es si su oferta incluye a los moradores, a quienes nadie duda que pretendería marcar con número de inventario norteamericano.
Su interés en ese vasto territorio lo expresó en el verano del 2018. Lo hizo en un reportaje del The New York Times.
Las reacciones no se hicieron esperar. La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, salió al paso para advertir que Groenlandia, territorio autónomo danés, no estaba en venta. "Esperamos que dicha propuesta no se haya dicho en serio", dijo. En la Plaza de Cayzedo, con el sol de la mañana que invade a Cali, Gustavo Piñeros —jubilado de los Ferrocarriles—, repitió una frase que ha hecho carrera en Colombia:
—Seguro que se la fumó verde.
—Es que Trump no olvida sus arrestos colonialistas— le respondió Luis Eduardo Carvajal, más conocido como Carvajalito, asiduo de ese tradicional parque caleño.
Gustavo se quedó pensando unos segundos y soltó otra frase más demoledora:
—Quizá eso es que está persiguiendo a los latinoamericanos indocumentados, porque no les puede poner número de inventario.
Silencio entre los dos.
Con ánimo colonialista
Trump asegura que se trata de una iniciativa con alto carácter estratégico. El presidente norteamericano tiene previsto visitar Dinamarca el 2 y el 3 de septiembre próximo, de ahí que estuviera dispuesto a llegar con una oferta.
El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, consultado por la cadena Fox News, confirmó que la propuesta va en serio. "No quiero predecir un resultado, solo digo que el presidente, que sabe una o dos cosas de adquirir bienes raíces, quiere echar un vistazo a una compra de Groenlandia".
Es como visitar la casa de un vecino y, sin más, pretender comprarle lo mejor que guarda en el garaje y, encima, llevarse los hijos como valor agregado. Ocurrencias que solo pasan por la mente del mandatario más excéntrico que ha tenido los Estados Unidos en los últimos años.
De ahí la reacción entre los daneses. El ex primer ministro, Lars Løkke Rasmussen, líder de la oposición, fue claro al señalar: "Debe de ser una broma del Día de los Inocentes, completamente fuera de temporada"
Por su parte, Søren Espersen, portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria, señaló que: "Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco. Tengo que decirlo como es: la idea de que Dinamarca venda 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es una completa locura"
Claro, no es una pretensión nueva
Estados Unidos posee una base militar en el norte de Groenlandia, ha intentado varias veces comprar Groenlandia. La última oferta la hizo el presidente, Harry Truman, en 1946. Ofreció 100 millones de dólares por la isla.
Lo que debemos recordar es que desde 1979, Groenlandia es territorio autónomo de Dinamarca. Esta condición administrativa y política se amplió por 30 años más con el apoyo que brindó un referendo consultivo de los groenlandeses.
Comprar el territorio, en esos términos, no va a resultar tan fácil ya que ellos han dado la pelea por su independencia en todos los órdenes. Pero ya Trump le echó el ojo...
Ya en otros períodos, Norteamérica ha realizado importantes transacciones por territorios. En 1803 compró Luisiana a Francia por 15 millones de dólares y, 84 años después, compró Alaska a Rusia por 7,2 millones.
El 17 de enero de 1917, Estados Unidos compró a Dinamarca el territorio de las Indias Occidentales por 25 millones de dólares, convirtiéndolo en lo que hoy son las Islas Vírgenes estadounidenses.
Interés en los recursos naturales
Pero no es que Groenlandia le haya despertado interés al presidente Trump por su potencialidad turística. En absoluto.
Lo que le anima a proponer compra, son los valiosos recursos como minerales, el agua y el hielo más puro, bancos de pesca, marisco, energías renovables, y es una nueva frontera para el turismo de aventura.
Él no da puntada sin dedal. Todo lo hace midiendo el alcance de las fichas de ajedrez que moverá.
Lo que preocupa es que Trump se entere que en el Meta se han descubierto yacimientos de petróleo, como anunció la Agencia Nacional de Hidrocarburos y ahora que está de buenas migas con el presidente Duque, termine proponiéndole comprar los llanos orientales. Y tal como van las cosas, de pronto hasta se los venden…