Estaba viendo las publicaciones de destinos turísticos para Semana Santa y por ninguna parte hacen alusión a planes específicos con familiares, y menos con los suegros… O solo con la tan temida suegra. El fin de semana pasado, Juan Carlos Solarte y Maritza Mantilla —director y presentadora de Travesía en el Canal Caracol Internacional—, llegaron a Blu Jeans con los consejos, para viajar con los papás de su cónyuge; de solo pensarlo me siento caminando sobre huevos. Sin embargo, quiero compartir con los lectores de @las2orillasco tan especial información… ¡por si acaso!
- Piense en familia. Cuando se escoja el destino hay que pensar en todos y no en el gusto particular. Así que si a usted le encanta la aventura, de pronto por ahí no es. Para muchos, ganas de colgar a la suegra en bongee jumping o ponerla a bucear entre tiburones sería una gran opción, pero no lo van a hacer; no se ilusione. Los suegros prefieren los hoteles todo incluido y una buena barra libre, eso sí.
- Si quiere otra forma de viaje, una finca por ejemplo, distribúyanse las labores o consideren sitios históricos o naturales: Villa de Leyva, Boyacá; Barichara, Santander; El parque nacional natural La Playa de Belén, Norte de Santander; Honda, Tolima, entre otros. Nuestros expertos sugieren que si van a visitar estos lugares, mejor se documente no solo para quedar bien con ellos, sino para aprovechar mejor el viaje. Eso sí, que no parezca guía del puente de Boyacá porque les queda divino a ellos, pero no sé si a usted.
- No cuente sus experiencias anteriores en esos destinos. Si usted había ido a ese lugar antes con otras parejas y otros suegros, mejor omita la información; ni siquiera ahonde en detalles de los paseos de colegio —muy comunes a esos lugares— contando que fue el borracho del paseo y que “devolvió favores” en el trayecto, porque le aseguro que no va a quedar bien. O tampoco que fue la cantimplora del curso en el colegio mixto donde estudió; ¿se saben el chiste? Mejor hágase el sorprendido: Tan lindo en monumento de los zapatos viejos en Cartagena… ¡ve, qué bonito!
- ¿Quiere un viaje sin contrapunteos y discusiones jartas? Como en servicio al cliente, “los suegros siempre tienen la razón”. No rivalice con ellos, aunque usted tenga la razón… Y más si de pronto la invitación es de ellos y está pagando el suegro. A veces pasa.
- Querido yerno, si el destino es de playa y piscina, por favor no vaya a empezar a “raquetear” como un ventilador a todas las niñas lindas que pasan en bikini por el frente, aunque la tentación sea mucha, el cuerpo divino y las curvas irresistibles. Que ya lo haga el suegro, problema de él con su suegra, pero usted ni a bate. Ahora, que el señor sea mirón y fuera de eso alcahuete…
- Querida nuera, deje el baby doll de puertas para adentro de su habitación. Por más confianza que tenga, es muy incómodo y si tiene un suegro mirón con el del párrafo anterior, peor.
Pero no todo es de tanto cuidado. Viajar con los suegros también tiene sus ventajas. Si usted quiere salir de rumba con su pareja, ellos pueden quedarse con los niños y lo van a hacer con mucho gusto. Bien llevado el paseo, puede resultar bonito y enriquecedor, y usted sobrevive en el intento.
¡Feliz resto de semana!