Puede pensarse que estudiar, trabajar y formar una familia en el siglo XXI son esferas de la vida humana casi imposibles de reconciliar, y sumar al estudio, al trabajo y al hogar la tarea de investigar, ya sea en Universidades, en Centros o Institutos de Investigación, parece una imposibilidad. Nos imaginamos, muchas veces, mientras cursamos nuestros estudios universitarios, que hacer carrera en el ámbito de la Academia, es solitario y monótono.
El trabajo del investigador, hoy por hoy, sigue viéndose por la opinión común como una tarea más bien individual, alejada del mundo concreto, de la cotidianeidad de la vida. Esta percepción de la investigación se acrecienta cuando se tiene en cuenta el panorama político, social y económico de los países de Latinoamérica; el paisaje a futuro a veces parece no muy prometedor.
Sin embargo, me propongo desde mi lugar como profesor e investigador lograr desarticular estas ficciones de nuestro trabajo; mi interés es mostrarles a ustedes, lectores, estudiantes o graduados, cómo el deseo de continuar desarrollando mis conocimientos y mis habilidades me llevaron a viajar, vivir grandes experiencias, así como a conocer excelentes profesionales y personas.
Todo comenzó en el año 2003, cuando decidí continuar con mis estudios aplicando a un Doctorado en Argentina, el cual me permitió viajar y conocer algunas ciudades de países vecinos, como Chile y Uruguay. Al finalizar mi beca, regresé a Colombia y tomé la decisión de continuar profesionalizándome. Sin embargo, este afán de continuar con mi carrera académica no me impidió comenzar un trabajo en la industria, específicamente en la compañía General Motors. Trabajar en la empresa acrecentó mis posibilidades de seguir viajando y en 2009 visité Houston (EEUU) y Corea; en el siguiente año (2010) Brasil, Detroit y Miami. En el 2011 hice la sustentación de mi Doctorado en Argentina mientras preparaba los arreglos para mi primer matrimonio.
Realizar un Doctorado, terminarlo y trabajar; los viajes, las responsabilidades. Hay que recordar, aunque a veces parezca difícil, que la vida no es un camino a transitar en soledad. Quienes trabajamos en la Academia debemos recordar que más que investigadores somos personas, que se enamoran, que sienten cariño por sus amistades, por su familia.
El haber conocido a mis parejas y mis amigos, estar acompañado en todo momento por su afecto a lo largo de mi recorrido académico me permitió continuar con mis metas sabiendo que, sin importar los resultados de lo que me propusiera, tendría un apoyo y una gran contención.
Nunca me negué, en todos mis viajes, a sentarme con un compañero en un bar y tomar una o dos cervezas; tampoco faltaron en mi vida los partidos de fútbol, acompañados de risas, chistes y buenos momentos. La investigación nos brinda la posibilidad de especializarnos, de desarrollarnos tanto profesional como personalmente. La colaboración entre investigadores puede llevarte a conocer personas excepcionales que no solo serán excelentes colegas, sino también amigos.
Los viajes, por supuesto, no se detuvieron allí. En 2012 también viajé a Costa Rica, Atlanta, Nueva York, Boston, Washington e incluso volví a viajar a Corea. Es increíble como un trabajo puede llevarte a los lugares más inesperados.
Si bien todos estos viajes fueron relevantes e importantes en el desarrollo de mi formación quiero destacar que, aun considerando que comenzaba en mi vida personal a formar un hogar y construir mi familia, esta época tan agitada me permitió aprender a combinar las habilidades adquiridas en mis estudios y en la Academia con una experiencia mucho más práctica.
Cuando estamos en la universidad, el acercamiento teórico que tenemos hacia nuestro objeto pesa — muchas veces — más que el acercamiento práctico. Fue particularmente productivo adentrarme en el mundo laboral desde dos perspectivas distintas, pero que tan de la mano van: el trabajo científico y el trabajo concreto, material, llevado a la práctica en una empresa.
Gracias a todos mis estudios y ya con ciertos años de experiencia en la industria, a mediados del 2012, me empecé a interesar en el MIT (Massachusetts Institute of Technology), el cual es muy reconocido por sus avances en ingeniería, y logré hacer un curso de posgrado de Sistemas de Manufactura Modernos, así como un posdoctorado en el Laboratorio de Investigación de Mecatrónica en el 2013.
Residí en Boston un año y medio, en donde junto a mi primera esposa tuvimos nuestro primer hijo. Acabado ese posdoctorado, ambos fuimos a Emiratos Árabes a realizar otro posdoctorado en Sistemas Inteligentes en el MIST (Masdar Institute of Science and Technology, Khalifa University). Durante esta época, logré ser co-founder de una start up haciendo simulaciones de baterías y energía renovable.
Si bien poseo una pequeña cantidad de acciones, de la tecnología desarrollada aun no se vende el primer producto. Además, en 2014, logré visitar en Qatar el Centro de Investigación en Energías Renovables y allí, una vez acabé los dos posdoctorados, pude aplicar a la Universidad Nacional de Colombia y conseguir un trabajo como profesor de planta, ya buscando asentarme luego de tanto tiempo viajando.
En retrospectiva, el camino que me trajo a enseñar en nuestra Universidad fue largo, sin embargo, ser profesor de planta no me impide continuar con mis investigaciones y con mi afán de conocimiento. Algunas de las investigaciones que realicé estaban muy orientadas a mi trabajo en el MIT, específicamente a la Optimización.
Estando en la Universidad Nacional pude acceder a colaborar con diferentes universidades en Estados Unidos, Alemania y Holanda; visité la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, la Universidad de Ruhr y volví al MIT como profesor invitado. En 2019 pedí un período sabático y me fui a la Universidad de Florida con una Beca Fulbright de Científico Colombiano Visitante.
El año siguiente, asistí a la Universidad Técnica de Dortmund, con una Gambrinous Fellowship, así como también a la Universidad de Sevilla. En 2020, como es de conocimiento general, con la llegada de la pandemia, los viajes internacionales fueron cancelados. Cuando se regularon, volví a visitar universidades y con un programa de microgeneración eólica, con el cual logré visitar México, Argentina, y España (Sevilla).
En contraste este 2023 llegue a ser director del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Nacional de Colombia, pero sin olvidarme de la parte del que hacer científico. Es así como este 2023, junto a mi segundo matrimonio, he visitado países como Holanda, Alemania, Francia, Inglaterra, Bélgica, Luxemburgo y Portugal.
Recientemente como una cuestión de suerte o el resultado de mis investigaciones y arduo trabajo, gané una estancia de investigación en el KIT (Karlsruhe Institute of Tecnology) de Alemania, en el laboratorio de cuantificación de incertidumbre con una beca de Ciencia de Datos e Información del instituto Helmholtz.
Este 2023 es especial para mí: hace 20 años comencé mi carrera como investigador doctoral y posdoctoral, pero también se cumplen 20 años de viajes continuos, de conocimientos adquiridos y de experiencias y emociones que me han traído a donde estoy hoy en día.
El camino no ha sido fácil, pero siempre he estado acompañado de personas que me han motivado a lograr hacerme un nombre y un lugar en la comunidad científica. No todo son logros, por supuesto, al elegir una carrera de investigación tenemos que enfrentarnos como académicos a los altos y bajos que trae aparejada consigo la búsqueda del conocimiento científico (y su práctica). Intenté implementar una spin-off en mi Universidad, proyecto que hoy en día se encuentra en stand by, pero que espero continuar en algún momento.
Sin duda, ser científico transformó mi vida para bien. Pienso en mi hijo, quien me considera una suerte de héroe por haber viajado, por dirigir un área de la Universidad, y entiendo que el haber dedicado mi carrera a la investigación fue lo que hizo posible que me viera así.
No tengan miedo de perseguir el sueño de ser investigador. Las dificultades se sortean y Latinoamérica, como podrán ver desde mi óptica, ofrece excelentes oportunidades académicas para que los futuros científicos de nuestro continente se desarrollen.
Las becas, los doctorados, tomen cada oportunidad que se les presente para alcanzar su meta; la investigación puede abrirte puertas en el mundo que ni tú te las imaginabas.
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Sergio Rivera, E.E, PhD, IEEE Senior Member
Director of Electrical and Electronics Engineering Department
Associate Professor
Universidad Nacional de Colombia
email: [email protected]
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http://engineering.dartmouth.edu/liines/People/sergio/index.php
https://www.researchgate.net/profile/Sergio_Rivera/contributions
http://mechatronics.mit.edu/sergio/
https://scholar.google.com/citations?hl=en&user=BP8jANUAAAAJ&view_op=list_works&sortby=pubdate