Tener 15 días de vacaciones remuneradas por cada año laboral es un derecho que el empleado debe disfrutar o si llega a un acuerdo con su empleador, puede acumular ese tiempo máximo por dos años. Si el trabajador acumula tres períodos o más de vacaciones corre el riesgo de perder ese descanso.
Otro es el caso de los empleados de confianza, técnicos o especializados, de manejo y extranjeros que están prestando servicios en lugares diferentes a los de su residencia o la de sus familiares porque pueden acumular hasta cuatro períodos como lo explica Gina García, abogada de la empresa GLR Abogados S. A. S.
Cuando las vacaciones se acumulan, el empleado debe tomar al menos un descanso de seis días consecutivos en el año. El trabajador no puede renunciar a las vacaciones o los descansos dominicales.
Durante el período de vacaciones, el trabajador debe recibir el mismo salario ordinario que esté devengando el día que comienza a disfrutar su descanso sin importar que tiene períodos acumulados.
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En esas circunstancias, el empleador no puede decir que hay mucha carga de trabajo para no otorgar las vacaciones y permitir que el empleado se desconecte, lo que contribuye a mitigar el riesgo de enfermedades laborales, accidentes de trabajo o cualquier tipo de afectación mental.
En el descanso cotidiano, diferente a las vacaciones remuneradas, cuando el trabajo se extiende, el empleador debe pagar un recargo de 35 % sobre el valor ordinario de la hora a partir de las 9:00 p. m.
Este es uno de los aspectos que cambiaría con la actual Reforma Laboral que se debate en el Congreso porque el Ministerio de Trabajo ha propuesto que la jornada nocturna comience a partir de las 7:00 p. m. pedida por los empresarios que vislumbran un aumento en las prestaciones sociales y de seguridad social.
