Como dijo Abraham Lincoln: "la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
Los pensadores políticos que se reúnen en las esquinas de Sahagún desde ya tienen un remolino en la cabeza, se devanan los sesos pensando quién será el próximo alcalde de este pueblo que ha estado en los últimos acontecimientos de corrupción en Córdoba.
De entrada, las dos cabezas políticas que mueven el dinero en las campañas se encuentran tras las rejas (Musa Besaile y Bernardo Elías), con la ventaja de que Musa Besaile tiene el hermano en el Senado. Sin embargo, las cosas no parecen tan fáciles para él ni para nadie, ya que el pueblo de Sahagún reclama urgentemente un gobernante que esté libre de tanta corrupción, un hombre limpio y transparente que no sea un emisario de estos carteles que se roban el erario público para su propio beneficio.
Para que se hagan una idea de la situación, debo contarles que Sahagún ha caído en manos de dos familias que por tradición política se han repartido el municipio como si fuera una finca. De hecho, el hospital San Juan de Sahagún es un ejemplo de eso. Allí la mayor parte de los trabajadores laboran contratados por una bolsa de empleo que, según los entendidos, pertenece a un cacique de este pueblo.
Ahora bien, cuando los pensadores políticos hacen memoria y recuerdan a los alcaldes que han pasado por esta alcaldía no pueden olvidar a Ramón Buelvas Aldana, un educador que llegó al cargo con los pantalones puesto y fue elegido por la simpatía del pueblo, porque demostraba su gran interés por trabajar sin tanta presión política y ser independiente en su labor administrativa. Sin duda esa es una alcaldía que la gente recuerda mucho... además, su administración eligió al secretario de Educación por el sistema de votación, y correspondió al licenciado Hermer Padilla Gómez, lo que cayó muy bien en el gremio de educadores en la época.
No obstante, con todo lo que ha pasado, hoy la gente sigue desconfiada y poco le cree al candidato que se disfraza de oveja para manipular a la ciudadanía, ya que la lección les quedó clara con Pedro José Otero Assad. En campaña este médico prometió hacer un cambio total en la alcaldía, de hecho, no había tugurio que no visitara en horas de la mañana para tomar tinto y ofrecer el cielo y la tierra para que le dieran el voto, la gente estaba enloquecida por este personaje hasta que llegó a la alcaldía y los dejó mirando un chispero. Su administración tuvo que salir por la puerta de atrás, pues los actos de corrupción que se detectaron dejaron al pueblo en un suspenso total. Aunque ese caso es uno de los que más se recuerda, no se puede dejar de lado que en otras administraciones se han detectado muchas anomalías que la gente del común poco recuerda.
Hoy se empiezan a moverse las barajas por todos los lados y la fiesta parece que se quiere cuajar en medio del descontento ciudadano, ya que una de las problemáticas de este pueblo es la del agua potable. Sahagún lleva décadas padeciendo este problema y ningún alcalde ha podido darle solución. No sé si esta carencia se tiene como medio para hacer política o si solo es resultado de la falta de diligencia del burgomaestre de turno y los entes territoriales.. sin embargo, lo que sí es cierto es que Sahagún se está muriendo de sed desde hace mucho rato.
Sahagunense, recuerda que tú eres parte del desarrollo de este pueblo, por eso mira bien a cuál candidato vas apoyar, que no venga del clan de la corrupción de esos que te han dejado sin salud, educación, sin agua potable, etc., etc.
