El 65% de los colombianos cree que "El que paga lo que debe sabe lo que tiene", lo que implica que una persona que cumple con sus obligaciones financieras, paga sus deudas y responsabilidades a tiempo, tiene un mejor control y comprensión de su situación económica, es decir, posee responsabilidad financiera, conocimientos de los recursos, evita acumular deudas y preserva la estabilidad de acuerdo con una investigación realizada por THT, multilatina experta en predecir el comportamiento humano, con ejecutivos de 132 organizaciones en Colombia y que se perciben como "buenos pagadores", según sus respuestas a la encuesta de THT Analytics, ya que el 67% afirma revisar siempre su capacidad de endeudamiento antes de adquirir una nueva obligación financiera. Solo el 11,6% prefiere un crédito total en lugar de combinarlo con ahorros. En cuanto a las tarjetas de crédito, las opiniones sobre si es mejor tener una o varias, así como contar con cupos altos o bajos, están muy divididas.
A pesar de que el 82% declara nunca o casi nunca retrasarse en sus pagos, hacer pagos anticipados parece no ser una práctica habitual, ya que solo el 26% dice hacerlo. La afirmación de ser "buen pagador" sugiere, en general, tener una reputación positiva en cuanto al cumplimiento de obligaciones financieras como el pago de deudas y créditos. Sin embargo, es importante señalar que, aunque haya una percepción general positiva, la realidad puede variar entre individuos y grupos, ya que las circunstancias personales y las fluctuaciones económicas pueden afectar la capacidad de pago.
Por esta razón, los bancos emplean una variedad de métodos y herramientas para evaluar la probabilidad de que un cliente pueda pagar un préstamo o una línea de crédito. Este proceso, conocido como evaluación crediticia, se basa en la capacidad, el historial y la voluntad de pago del cliente. A continuación, se describen algunos de los factores y métodos comunes utilizados por los bancos para determinar la capacidad de pago: informe crediticio, capacidad de endeudamiento, historial financiero, ingresos, garantías y patrones de gasto, entre otros.
Sin embargo, estos métodos parecen quedarse cortos, ya que la gestión financiera personal varía según las circunstancias individuales y las metas financieras de cada persona. Más allá de saber si una persona tendrá capacidad de pago, las entidades financieras están interesadas en saber si las personas "quieren pagar" o si sus comportamientos las llevan a hacerlo.
Por esto, THT preguntó a 12 reconocidos ejecutivos de la banca, incluyendo directores de riesgo, de crédito y cartera, si existían comportamientos de las personas en la entrevista que les permitieran prever si eran "buenos pagadores" o no. Con el apoyo de un vicepresidente de riesgos y una psicóloga forense, se establecieron algunos comportamientos como fundamentales, como la organización, la previsión, los hábitos financieros y el nivel de compromiso.
Para identificar quienes podrían ser “buenas pagas” THT construyó un innovador test que simula una situación real, como organizar una fiesta familiar, para evaluar estas capacidades y lo aplicó a una población de 615 sujetos colombianos entre 20 y 50 años con educación superior, generando un análisis según variables sociodemográficas como edad, género y educación. A nivel de organización, no hay diferencias significativas entre los grupos poblacionales, y las puntuaciones en general no son muy alentadoras. Esto es preocupante, ya que la organización financiera puede ser un indicador de diligencia y responsabilidad, que generalmente se traduce en una gestión más efectiva de las deudas y una mayor estabilidad financiera a largo plazo.
En cuanto a hábitos financieros, se encontró que las mujeres tienen puntajes significativamente más altos, pero no existe una tendencia según la edad o el nivel de estudios. La previsión no difiere por género, pero parece que los más jóvenes del grupo poblacional son más previsivos. En el nivel de compromiso, las mujeres vuelven a destacar, teniendo puntuaciones muy por encima de los hombres. Aunque no se encontraron diferencias según la edad, los profesionales con postgrado son significativamente más previsivos que quienes están estudiando un programa universitario o que cuentan con estudios a nivel técnico.
Cada persona tiene una situación financiera única, por lo que las estrategias específicas pueden variar. Es importante adaptar estos principios generales a las necesidades y metas individuales. Además, consultar con profesionales financieros puede proporcionar asesoramiento personalizado basado en circunstancias específicas. En resumen, la evaluación crediticia es un proceso integral que implica la revisión de múltiples factores para determinar la probabilidad de que un cliente pague sus deudas. Los bancos utilizan estas herramientas y métodos para minimizar los riesgos y tomar decisiones informadas sobre la concesión de créditos y préstamos.