La JEP es una constelación de sujetos adeptos al Gobierno Nacional y a las Farc, integrados para asesinar moral y políticamente a todos aquellos opositores que no comulguen con el régimen liberticida comunista revolucionario, inspirado en el marxismo-leninismo, propuesto por los terroristas de las Farc. Se trata de un sistema de jurisdicción integrado por sujetos que provienen de colectivos de abogados de la izquierda recalcitrante, de Ongs, y de entidades del orden nacional del desgobierno Santos. De 38 magistrados titulares y 13 suplentes, solo habrá 4 o 5 funcionarios sensatos que reúnen objetivamente el perfil; los restantes son más de lo mismo: comunistas de pupitre, los cuales pretenden dos fines: el primero, exculpar los crímenes de lesa humanidad del terrorismo y, el segundo, corretear a todo aquel que no comulgue con el acuerdo de paz. Cada vez más nos acercamos a Sodoma y Gomorra.
No es un evento nuevo que la izquierda pretenda tomarse la justicia como abre bocas para acceder al poder, dentro del aparente marco de la legalidad institucional. Así lo hizo Mao en China, los Castro en Cuba y Chávez- Maduro en Venezuela. Ahora lo quieren hacer en Colombia con la mínima diferencia de que acá no tuvieron que utilizar la fuerza ya que un Gobierno débil se arrodilló y como una concubina romana, les entregó todo… hasta la conciencia. ¡Qué tristeza y qué vergüenza haber presenciado la sumisión del que dice ser nuestro presidente!
Ahora no serán las balas la estrategia del terrorismo sino el uso de un tribunal para aniquilar a través de sentencias a sus oponentes; un ‘canazo’ a quien se convierta en una amenaza para el acuerdo será la jugada nefasta del comunismo para masacrar política y moralmente a sus opositores. Los engendros que resultaron elegidos para integrar dicho tribunal antepondrán el odio y el resentimiento sobre la verdad y la justicia. De tal manera que, veremos a la subversión administrando su justicia malvada. ¿Se imaginan? No sabemos que es peor, si haberle otorgado dicha función a una Corte Suprema corrupta o haberle concedido semejante poder a una congregación de comunistas irracionales. ¿Cómo elegir entre lo malo y lo perverso?
No concebimos verdad, ni justicia ni reparación. Por el contrario, presentimos barbarie, persecución e impunidad por parte de la revolución asesina. Hay muchos interrogantes al respecto, verbigracia: ¿Cómo no preocuparnos por una JEP que fue constituida de manera ilegítima por el desprecio popular, manifestado el 02 de octubre de 2016? ¿Cómo no preocuparnos por el hecho de exculpar a unos bandidos actores de delitos de lesa humanidad? ¿Cómo es eso de que la JEP podrá renunciar a la acción penal cuando le dé la gana? ¿Cómo es posible que no puedan intervenir las víctimas que no estén bajo la influencia de las Farc? ¿Cómo así que el deber de aportar a la verdad no implica aceptar responsabilidades? ¿Quién controlará la JEP? ¿Cuál es su límite? ¿Qué garantía tenemos que los terroristas no quedarán liberados de deberes en la búsqueda y localización de los desaparecidos? ¿Cómo es eso de que no aplicará la extinción de dominio cuando se trata de bienes cuyos testaferros sean parientes de miembros de las Farc?
Peor aún, ¿cómo es posible que ese tribunal de comunistas cuente con la facultad de revocar cualquier sentencia de alguna jurisdicción, incluyendo las condenas fiscales por corrupción y sanciones disciplinarias, dictadas en todo tiempo, por simple solicitud del sancionado? ¿Cómo pretenden establecer un sistema en el que no le permitirán al procurador general intervenir ante la JEP, a no ser que uno de los magistrados dé luz verde para que éste actúe en alguna diligencia particular? ¿Qué clase de porquerías son esas? ¿A quién pretenden engañar?
Lo anterior, siendo lo más relevante, por no mencionar la infinidad de dudas que nos deja la maligna JEP, ya que hay otros tantos aspectos preocupantes. Con todo esto, ¿Confían ustedes en lo que han implementado? ¿No conciben esta situación como un inicio al debacle para que la revolución se tome la democracia? ¿No es todo esto semejante a la entrega de los cimientos democráticos a un grupo de bandidos? ¿No consideran este evento una copia de lo sucedido en China, Cuba y Venezuela?
La respuesta la obtendrá cada quien de manera subjetiva, luego de realizar un análisis, no obstante, cada ser humano comprende lo que quiere comprender; incluyendo a los retrógrados que se creen dueños de la verdad, y, disfrutan mancillando la honra de los demás. Entre tanto, lo único cierto es que todo esto es posible solucionarlo votando por una coalición de centro derecha en la contienda electoral para la presidencia de la república, de no ser así, les aseguro total abuso y vagabundería por parte de la guerrilla terrorista y, del trasnochado mamertismo irracional; trasnochado porque lleva 50 años sin conciliar el sueño, pretendiendo materializar sus ilusiones macabras.