Cuatro llenos consecutivos para un artista que tiene 58 años parece una locura. El país cayéndose a pedazos, las calles atiborradas de tráfico y de paro nacional, y sin embargo nadie le falló a Carlos Vives. Era el momento más complicado del año y sin embargo se desafiaron tempestades para aclamar -15 mil personas por noche- al cantante más representativo de nuestra historia. Y además confirmó que en Bogotá por fin existe un templo para adorar la música.
La última vez que fui al Movistar Arena fue ahora a mediados de marzo a disfrutar de un concierto de Roberto Carlos. Estuve con dos adultos mayores y, aunque espere dos horas, fue un verdadero placer. El bar principal es amplio, había señores cantando en karaoke por los pasillos. A las 8 en punto arrancó el recital y poco antes de las diez concluyó. La espera de taxi, que en otros lugares de la capital después de un concierto a donde asistieron más de 10 mil personas podría ser traumático, se hizo sin demasiadas afugias. Un año después de su inauguración y a pesar de las incipientes críticas promovidas por Gustavo Petro y sus seguidores, el Movistar es un éxito absoluto.
Es que un día después se presentó Rubén Blades y el lleno fue absoluto y en ese año y medio también se han presentado leyendas como Lenny Kravitz o Miguel Bosé y todo ha sido fantástico, o al menos muy diferente a lo que había en ese mismo sitio el 10 de enero 2017.
Ese día arrancó la remodelación del Coliseo El Campín de Bogotá por más de 300 obreros. Dieciséis meses después Movistar Arena Bogotá quedó listo. Este edificio de cuatro pisos, con amplias zonas de circulación y evacuación que comprende accesos al escenario a través de ocho escaleras, cinco ascensores, y 40 baños. Su techo impide que la infaltable lluvia bogotana le arruine la fiesta a los asistentes y la acústica ha comprobado ser la mejor del país Tiene una pantalla LED de 280 metros cuadrados móvil, que permite realizar eventos en diferentes formatos, incluyendo montajes de 360 grados. El escenario no solo está destinado para conciertos. En su costado norte tiene un complejo con cuatro canchas de fútbol cinco (en grama sintética), parque para patinadores, pista de trote, gimnasio al aire libre, zona de juegos para niños, plazoleta para exposiciones de arte y una pista para montar en bicicleta. Además, se puede desarmar y convertirse en una cancha de tenis como vimos que pasó con el frustrado partido de Federer. Todo un cambio con respecto al Coliseo que durante varios años estuvo en franco deterioro por parte de la administración distrital. La inversión de 70 mil millones de pesos surgió de la inesperada sociedad entre el empresario chileno Patricio Hiller y los dueños de Tu Boleta.
El control de las boletas del millonario negocio de los conciertos y partidos de fútbol les dio a Eduardo Olea, Hernando Sánchez y Germán Gómez la idea en el año 2000 de crear la empresa “Tu boleta” para la venta de boletos de eventos masivos, y aunque la idea no era nueva, puesto que ya existía en muchos países modelos sistematizados de venta por teléfono e internet, ellos fueron los primeros en traerlo al país y ofrecerle a la gente una serie de facilidades para la compra de sus tiquetes para diferentes tipos de espectáculos.
Diecinueve años después de su creación Tu boleta vende y comercializa el 70 % del mercado de eventos en el país, con un promedio de 1.500 eventos anuales entre conciertos, teatro, deportivos, foros académicos, festivales o stand Comedy.
La empresa de Olea, Sánchez y Gómez se asoció con HLR Group del empresario chileno Patricio Hiller quien durante 29 años operó el negocio de casinos de alimentación.
El modelo de negocio que tiene el Movistar Arena de Bogotá, es el ya probado y con éxito en el Movistar Arena en Santiago de Chile, un teatro multipropósito, a pocos minutos del centro de la ciudad que fue construido a partir del inconcluso Estadio Techado Parque O'Higgins y diseñado para albergar eventos deportivos, comerciales, culturales y de ocio. La concesión en Santiago está en manos de Hiller Inversiones desde 2004, cuatro años después, firmó un contrato de naming right (derecho de nombre) con Movistar, una tendencia publicitaria, igual a la que se firmó en Bogotá, a través de la cual una marca, en este caso Movistar, paga por el derecho a llevar su nombre en un recinto por un determinado tiempo.
El contrato con Movistar tiene una duración de 20 años, y se estima que es de $ 2.5 millones de dólares anuales. Fabián Ramírez, presidente CEO de Telefónica Colombia, indicó que trasladarán a los colombianos los beneficios del exitoso modelo que Telefónica ha desarrollado en Inglaterra y Chile a través del O2 Arena de Londres y el Movistar Arena de Santiago, donde conjuga el mejor entretenimiento en vivo con una experiencia única para los asistentes, beneficios exclusivos para clientes Movistar y el acceso a lo último en tecnología y conectividad durante los espectáculos.
Antes de que se acabe 2019 veremos en ese lugar a la jazzista Nora Jones y en marzo el escenario se enfrenta a su máximo desafío: recibir a KISS.