China es el país que más resultados positivos ha mostrado en la guerra contra el coronavirus. Impresionó la forma en que en Wuhan se construyeron 2 hospitales en 10 días, 16 fueron adaptados exclusivamente para atender los casos del virus y 40 se renovaron. Hoy solamente hay 137 personas aisladas, de un total de 40.000 que fueron atendidas. Según reporta The Economist, el 90 % de las fábricas en China están “oficialmente de vuelta en el negocio”.
Ante esta situación, Francia, Japón, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros, han respondido de manera contundente desde el punto de vista económico. Francia prometió que ninguna empresa, sin importar su tamaño, iría a la quiebra. Reino Unido ha ofrecido el 15 % de su PIB para rescatar la economía, Estados Unidos impulsa un plan fiscal para inyectar el 5 % de su PIB y Alemania y Japón ofrecen dinero ilimitado para salvar las empresas y sus puestos de trabajo.
La clave de medidas efectivas en este caso está -entonces- en la intervención del Estado y el control de este sobre todas las actividades económicas. Una vez más, incluso con mayor severidad que en la crisis de 2007, países con Estados fuertes salen al rescate de las economías y a resolver las fallas del mercado.
Lo mismo debe hacer Colombia. El problema es de recursos y el Presupuesto General de la Nación los tiene. El país cuenta con reservas internacionales, se debe renegociar los pagos de la deuda y reestructurar el gasto de cosas que no sean prioridad. Más que nunca, la intervención del Estado en la economía es indispensable.
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Se debe disponer inmediatamente de una renta básica a toda la población
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Estos recursos se deben destinar, en primer lugar, para el sistema de salud. Masificar pruebas, evitar contagios y atender a los infectados, es la más alta prioridad. En segundo lugar, la efectividad de la cuarentena dispuesta, depende en una muy buena medida de que las personas tengan la tranquilidad de que, aun quedándose en sus casas, contarán con los recursos para sus necesidades básicas; se debe disponer inmediatamente de una renta básica a toda la población. Existen diversas formas para canalizar estos recursos: los programas asistenciales, las Cajas de Compensación, garantizar a las empresas que no se van a quebrar y no despidan trabajadores, suspender el pago de servicios públicos y el pago de peajes a transporte de bienes esenciales. Asimismo, el país cuenta con un sector financiero bastante robusto, que debe prorrogar pagos de cuotas y deudas a empresas y personas.
La superación de la crisis en China y Corea del Sur ha estado determinada por la velocidad y la respuesta de las medidas adoptadas por sus gobiernos. La confianza en que el Estado actuará con celeridad y eficiencia es el mejor activo que las sociedades pueden tener en estos momentos, para hacer que la emergencia se resuelva lo más rápido posible. Después, una vez superada la crisis, las naciones deberán ocuparse de reflexionar sobre la importancia de más y más Estado en la economía.
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