Después de su salida por la puerta de atrás de la Alcaldía de Medellín, Daniel Quintero se ha sabido mover bien para seguir vigente en la política de cara a un 2026 en el que ha dado a entender que podría ser candidato presidencial. Intentó sin éxito atajar la victoria de Fico Gutiérrez en las elecciones de octubre impulsando a su cuñado Juan Carlos Upegui y, tras no lograr su objetivo, ha logrado poner a varias de sus fichas en cargos importantes del Gobierno nacional aprovechando el respaldo que le ha brindado al presidente Gustavo Petro.
Sin embargo, ningún amigo suyo ha terminado tan bien parado como Esteban Restrepo, quien será el secretario privado de la gerencia de Ecopetrol, la empresa más grande e importante del país
Restrepo, quien hoy tiene apenas 31 años, fue el secretario de Gobierno de Medellín durante los primeros dos años de la administración de Quintero. Sin embargo, su relación con el ingeniero electrónico y con su familia no comenzó allí, puesto que lleva una década trabajando con ellos. En 2014, en lo que fue una de sus primeras experiencias laborales después de haber ocupado cargos en un colegio y en una congregación religiosa, entró a formar parte de la Unidad de Trabajo Normativo de Miguel Quintero, el hermano de Daniel que fue concejal entre 2012 y 2015 durante la Alcaldía de Aníbal Gaviria.
Después estuvo tres años como contratista en el Ministerio de las TIC, esperando el llamado de Daniel Quintero, quien lo llamó para ser su mano derecha tan pronto se posesionó como Alcalde. De hecho, tal fue la confianza que logró ganarse de parte del exalcalde que terminó siendo él el elegido para ser la ficha de Independientes para la Gobernación de Antioquia, pero, tal como pasó con Upegui, sus aspiraciones fracasaron al conseguir poco más de 230 mil votos, es decir, el 9%.
El gobierno Petro ya lo había recogido el pasado junio al darle la Dirección de Asuntos Internacionales del Ministerio de Justicia, hoy con Ángela María Buitrago a la cabeza, pero ahora le dio una responsabilidad mayor al decidir que sea él la mano derecha de Ricardo Roa, el presidente de Ecopetrol. Llega entonces en un momento complicado tanto para quien será su jefe, investigado por cuenta de su papel como gerente de la campaña de Petro, como para la compañía, que acaba de tener que parar la exploración en un importante pozo de gas por problemas con la licencia ambiental.