Aunque se sabe que D1 es la tienda que manda en el mercado ‘hard discount’ en Colombia, Ara no tiene nada que envidiarle. Siendo una de las 12 empresas más grandes de Colombia por facturación, con ingresos de $12,3 billones en 2023. Y aunque sin duda su fuerte es la variedad de productos a precios justos, sin mencionar sus ‘Imperdibles de la Semana’ con electrodomésticos y más, hay otra cosa que ha tenido un éxito rotundo. El pollo asado de Ara es muy popular entre los colombianos, de hecho, le aporta más de $200.000 millones a sus ventas.
Este es sin duda uno de los productos más exitosos de su portafolio: el pollo asado. Con más de 11,4 millones de unidades vendidas al año, lo que representa 950.250 pollos al mes y 31.750 pollos diarios, con un acumulado de ventas anuales por US$230.000 millones. Esta propuesta gastronómica se ha convertido en un fenómeno de consumo en Colombia, es el típico almuerzo de las familias los domingos o el ‘desvare’ de quienes viven solos cuando no quieren cocinar. Los pollos de Ara estarían entre los 15 restaurantes que más venden en el país, dando la pelea a los asaderos tradicionales.
¿Cómo se logró el éxito del pollo asado de Ara?
El auge del pollo asado de Ara no llegó del cielo, aunque su precio sí ayudó bastante, todo es parte de una estrategia integral. Desde su llegada al país en 2013, la cadena de supermercados trabajó con un chef local y con la empresa Bucanero para desarrollar una receta que se ajustara al paladar colombiano. El resultado fue un adobo con especias naturales, sin conservantes ni saborizantes artificiales, lo que generó gran aceptación entre los consumidores.
Tiendas Ara es propiedad de Jerónimo Martins, una compañía portuguesa especializada en la distribución de productos de alimentación y manufactura de bienes de consumo perecederos, con más de 230 años de historia en el sector minorista. Pero en este caso, se unió con la avícola Pollos Bucanero, que fue una pieza fundamental. Esta pertenece actualmente al estadounidense Cargill, pero originalmente nació en el Valle del Cauca, y su dueño era Néstor Cortés, un campesino antioqueño que logró convertirla en la tercera empresa avícola del país.
Otro factor clave es su rico sabor, gracias a que los pollos son criados en granjas colombianas ubicadas en Cartagena, Cali, los Santanderes y Cundinamarca. Así, la tienda mantiene un riguroso control de calidad, asegurando la frescura y estandarización del producto en todas sus tiendas. Diariamente, los pollos llegan adobados a cada establecimiento, listos para ser horneados. Se hornean durante 50 minutos y luego se colocan en mantenedores de calor, que conservan la temperatura superior a 60 grados.
¿Quién no ha ido a una de estas tiendas a coger una clásica bolsa de pollo asado mientras se escucha de fondo la canción del pollo? Una estrategia publicitaria muy popular que también pone su grano de arena. Suena a las 11:00 a.m., 1:00 p.m. y 6:00 p.m., franjas en las que sale del horno para ser expuesto en las vitrinas. Sin olvidar su precio de $20.950, con su tradicional receta de especias naturales, sin conservantes ni saborizantes artificiales.
Finalmente, la compañía destaca su compromiso con los proveedores para asegurar la calidad en cada fase del proceso, desde la crianza del pollo hasta su llegada a las tiendas, ya adobado y listo para hornear. Este enfoque llevó a Bucanero a desarrollar una unidad de negocio específica para el Pollo Ara. Todo un trabajo detrás de los productos que se consolidaron como uno de los más exitosos de la tienda y del país. Además, un clásico de los hogares.
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