La crisis monetaria en Europa por los años 1992 – 1993 llevó a los grandes bancos financieros y corporativos a una incapacidad absoluta para colocar recursos tanto en entes naturales como jurídicos, debido a que los nativos de la región no tenían la posibilidad de más endeudamiento, reflejándose en las utilidades tanto por naturales prestatarios como jurídicos. Claro, la competencia del sector financiero en Europa en búsqueda de las metas propuestas hizo que el pueblo se atosigara en deudas y los bancos no pudiesen vender más sus productos de consumo masivo nacional.
Y como todo poderoso siempre esconde un plan b que lo saque del fango, ni cortos ni perezosos, concluyen en reuniones de alto nivel que lo que hay que hacer es buscar nuevos mercados para colocar sus voluminosos recursos que esperaban rentabilidad pronta.
Sin dar respiro ven en países del sur como España, Italia, Portugal, Grecia e Irlanda nichos para consolidar esa tasa de retorno insatisfecha ocasionada por la crisis, países que estimaban tasas del 14 por ciento. Para el sector financiero europeo se clasificaron como objetivos de posicionamiento de divisas, llegando a precios que fluctuaban entre 1 y 4 por ciento, aprovechando la coyuntura crediticia volátil de estos territorios, en especial los bancos franceses y alemanes para competir con bancos del Reino Unido y Estados Unidos, ubicados en estas regiones.
Estos nichos sureños menos cualificados de Europa fueron potencial virgen para mercadear divisas a tasas que son aprovechadas por los gobiernos así como por las personas naturales y jurídicas, espacio que produjo una andanada de prestatarios por sus bajos costos y la facilidad de adquisición para cubrir sus necesidades.
En Grecia, los recursos que llegaron a cambiar las tasas de interés internas, se adjudicaban a todo solicitante, llegando hasta el rincón más apartado de la región. Entre el 2002 y 2007, los créditos se entregaban a alcaldes para compra de apartamentos, terrenos para construcción de centros comerciales, a políticos y al gobierno mismo para infraestructura, recursos sin ninguna garantía legal. La garantía la daba el gobierno con las subvenciones a las divisas, en caso de quiebra o pérdida de las inversiones al capitalismo de la zona euro. Por su puesto, los bancos europeos tenían toda la viabilidad de otorgar préstamos a quien lo pidiese.
¿Por qué prestaban sin garantías?
El gobierno griego contribuía a todo el sistema financiero con la ley “Garantías Estatales” que no era otra cosa que la Responsabilidad Institucional del Garante, un respaldo en caso de quiebra o pérdida de capital. La ley cubría a los bancos franceses con el uno por ciento y a los bancos del Reino Unido con el 30 por ciento sobre el capital, auxilios que los banqueros direccionaban otra vez a fomentar créditos al público. Los bancos trabajaban con dinero del Estado Griego.
Esto llevó a que los burócratas imperialistas de la zona euro presionaran la privatización del sector financiero a finales de 1990 por Jaques Chirac, bancos privatizados en 1945 por Charles de Gaulle, con el fin de entrar a gozar de las subvenciones legales del Estado Griego, lo que también hizo que los alemanes tomaran el mismo rumbo.
Como la economía griega se mostraba esplendorosa, entra a pensionar a los 50 años, fortalece la universalidad de la salud gratuita, se construyen vías, acueductos a la vez que se incrementó la corrupción a nivel de todos los sectores económicos, aunque fiscalmente estuviese en un déficit considerable en deudas.
Tanta inversión social trajo como consecuencia excelentes calificaciones por la banca europea y por el Fondo Monetario Internacional para acceder al mercado de la zona europea como también la aceptación de una sola moneda para la región.
El momento es aprovechado por los especuladores capitalistas de eurozona para presionar al pueblo Heleno a entrar a competir en el mercado global con bancos del Reino Unido y Estados Unidos. El mismo caso sucedió con España, Portugal, Italia e Irlanda, mismos argumentos mismas acciones. No es gratuito el tortillazo económico que enfrentan estas regiones, que aunque han accedido a las peticiones del Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y otros sistemas financieros multilaterales, no ha sido posible restablecer su riqueza nacional. Es más, España tiene contra las cuerdas al pueblo quienes son los que están pagando miles de euros a través de bajar pensiones, disminución salarial, recortes administrativos, altas tasas de tributación, subir los servicios estatales etc. De ahí se deriva el descontento de la población contra sus gobernantes.
Fiscalidad maquillada
La intromisión constante de los entes eurozonales en Grecia pintaba a los helenos soberbios negocios. Este acicala la deuda fiscal que se encuentra en un déficit del 13 % comprometiendo el PIB en 175 %, función que fue poco contundente para el gran calado de la zona euro, más bien intervinieron para que el gobierno griego maquillara ese 13 % y lo llevase al 4 %, y así poder hacer su ingreso triunfal a los países más ricos del mundo. Hecho anómalo para Grecia, porque el mercado represado de divisas del capital europeo cayó como golondrinas provocando un colapso sobre los inversores griegos volviendo las acciones en bonos basura (0), por lo que grandes capitalistas griegos que habían sido subvencionados con la ley de “Garantías estatales” sacaron las inversiones al exterior.
Los expertos dicen
El periodista y economista griego Leonidas Vatikiotis: «Los europeos le echan la culpa a Grecia de la crisis “tildando de vagos” cuando las tasas de interés externas son muy altas. Los capitalistas griegos se beneficiaron con las subvenciones del Estado»
Bloomberg calculó que bancos Alemanes han prestado más de 704 mil millones de dólares a Grecia, Portugal, Irlanda y España a diciembre del 2009.
Business/sider, asegura que dos de los bancos más prominentes alemanes prestaron 201 mil millones de dólares a Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia
BNP Paribas y Credit Agricole de Francia, prestó 477 mil millones de dólares a Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España ATTAC de Austria asegura que el « 77 por ciento de los 207 mil millones de euros del rescate a Grecia llegó al sector financiero no a las personas», es decir, cobraron por derecha la deuda helénica.
Presente y futuro griego
Las medidas propuestas por Alexis Tsipras para llevar al Banco Central de Europa, aceptando los cambios propuestos o reformas por el capital burócrata de la zona euro, como bajar pensiones, sueldos, altas tributaciones, apretar el gasto social a todos los sectores y pago inminente de la deuda lo más pronto, son reformas al cual los altos entes administradores del estado se dividen al formular sus apreciaciones, mientras que el pueblo y el sistema bancario se encuentran en colapso total.
Con la iliquidez o quiebra del Estado Griego, queda en entredicho la vulnerabilidad que afronta un estado sensible a los efectos económicos internacionales, cuando se asocia a grandes entes económicos y negocian con una única moneda y donde la democracia se vulnera y divide por falta de libertad de pensamiento. El sometimiento de un país se hace visible ante los que mandan, cuando no puede buscar financiamiento por fuera del grupo o comisión de la eurozona. Sin embargo, la presión hacia Grecia por los acreedores es un ultimátum a otros países que se atrevan a desconocer los pagos a los rentistas del euro. Todo este ultraje a los helenos deja una cosa clara, que el bloque que conforma la zona euro está llegando a su fin. Por su avaricia están fomentando el exterminio de esta caja de negocios internacionales.
Se den ayudas a Grecia, de desmonten grandes tasas de retorno que pesa sobre los capitales prestados, a la vez que tiene que pagar las deudas adquiridas, el pueblo heleno no tendrá un cambio económico, más bien le impide el progreso social, político y económico y cultural.
