En el departamento de Cundinamarca hay una decena de destinos turísticos que no solo atraen a los locales, sino que también son un atractivo para los extranjeros. Dentro de la variedad de joyas arquitectónicas, paisajes naturales y actividades que tiene la región para ofrecer, se destaca la catedral de Sal de Zipaquirá. Le contamos como esta pasó de ser una mina a ser la catedral con la cruz subterránea más grande del mundo.
Historia de la Catedral de Sal de Zipaquirá
Alexander von Humboldt, un naturalista y explorador alemán, llegó a Colombia en 1801 con el objetivo de estudiar y observar la geografía, la flora, la fauna y las riquezas naturales del país. Durante su visita a Bogotá, realizó varias excursiones de reconocimiento a lugares emblemáticos como los montes de Monserrate y Guadalupe, el salto de Tequendama, Soacha, la laguna de Guatavita y las salinas de Zipaquirá.
Fue este personaje el que introdujo una nueva manera de explotar las salinas mucho más eficaz, pues esto se hacía desde fuera de la montaña. Con él se estableció el sistema de galerías subterráneas, como se hacía en Europa en la época, lo que aumentó notablemente la producción. Hasta llegó a publicar un libro sobre el tema ‘Memoria razonada de las salinas de Zipaquirá’.
Su obra proporcionó una base histórica y científica sobre la estructura y la explotación de las minas de sal de Zipaquirá en ese entonces.
La historia de la catedral comienza en 1930, cuando los mineros construyeron una capilla improvisada en uno de los túneles para poder orar, pero se cerró porqué se consideraba poco segura debido a las filtraciones de sal pura que agrietaban las paredes.
La que se puede visitar hoy es la Nueva Catedral de Sal, esta segunda versión se configuró con los errores del pasado siempre en mente y ya prácticamente subsanados. El directivo del Banco de la República, Luis Ángel Arango se le ocurrió crear una autentica iglesia, aunque la obra como tal no se llegó a materializar hasta 1950.
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Esa primera catedral convivió con la explotación de la mina y llegó a medir 120 metro de largo con una superficie total de 5.500 metros cuadrados y una altura de 22 metros. La construcción de la catedral actual fue iniciada en 1991, 60 metros debajo de la antigua. El Instituto de Fomento Industrial, la Concesión Salinas y la Sociedad Colombiana de Arquitectos lanzaron una convocatoria a un concurso de arquitectura para elegir el diseño de la nueva catedral.
De las 44 propuestas para llevarla a cabo ganó la del arquitecto colombiano Roswell Garabito Pearl, quien puso el foco en su aspecto místico y artístico. La nueva catedral fue inaugurada el 16 de diciembre de 1995, con la presencia del presidente Ernesto Samper.
De la obra anterior se conservaron tan solo algunas estatuas, bancos e imágenes.
Esta nueva construcción tiene tres secciones principales; la primera es el Vía Crucis, al que se llega tras atravesar el túnel de entrada. Está dividido en las 14 estaciones por las que tuvo que pasar Jesucristo de camino hacia la cruz en el monte Gólgota. Luego vendría la planta intermedia en la que destaca la gigantesca cúpula y el tramo final conduce al centro de la Catedral en donde se dividen las estructuras espaciales de la misma. Estas estructuras están intercomunicadas por una grieta que simboliza el nacimiento y muerte de Cristo.
Ver una de las maravillas arquitectónicas de Colombia, que además es reconocida como patrimonio cultural e histórico del país, lleva tan solo alrededor de una hora de recorrido.
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