Toche es un modismo gramatical cucuteño que significa: broma, pesadez, dejadez, tonto, pendejo, pájaro regional, cualquier cosa e infinidad de comodines.
1. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes con quienes a diario co-sufrimos el drama de miles de venezolanos llegados a la capital nortesantandereana y toca aplicar la acción de naufragios y guerra: prioridad los niños, mujeres y adultos mayores?
2. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando transitando por la avenida del Río, al oriente de la capital nortesantandereana, observas a un adulto mayor dormitando en una banca de frío cemento, con la mullida almohada de su escaso y canoso cabello, y por asegurar el equipaje lo amarra a la banca con el pedazo de un delgado, destartalado y deshilachado lazo de plástico?
3. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando el abuelo le pregunta entre dientes, con el típico acento venezolano, si puede dormir en ese lugar de la avenida del Río y entrado en confianza nos pregunta por unos sectores cerca del casual encuentro, pero se sabe que las calles se vuelven avenida y viceversa, al igual que las transversales en diagonales, en cuestión de metros?
4. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando el abuelo en mención, al pedírsele confirmar la dirección, abre descomplicadamente su equipaje, que resulta ser un solo un par de prendas personales, porque el tesoro es una muy bien cuidada carpeta, con fotocopias de sus documentos personales y claramente en manuscrito una dirección con teléfono?
5. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando se le ofrece llamar por celular a la dirección para confirmarla, pero se rehúsa argumentando que prefiere darle la sorpresa llegando directamente al destino donde una tía?
6. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando al pretender salir de las calles de Niza no hay una avenida directa paralela a la Libertadores y se encuentran barreras que impiden el libre tránsito personal y ni se diga el vehicular para llegar a Santa Elena y debemos considerar cuando el congénere dice tener 72 años y su aspecto, pero sobre todo su cansina y apagada voz, es de casi un nonagenario?
7. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando el aporreado peregrino confiesa que pagó 3.500 bolívares soberanos por el pasaje Caracas-San Antonio, que es el equivalente a su mesada pensional?
8. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando el personaje confiesa que caminó dos horas para llegar al anillo oriental desde la frontera a la avenida del Río? Obvio no debía, pero no tenía para asumir los $1.600 del transporte público.
9. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando el caminante peregrino dice haber desayunado, pero se sabe que miente por vergüenza varonil al mirarle el traslúcido rostro?
10. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando siguiendo el camino de vez en cuando el de turno musitaba quejidos, como que por falta de recursos, motivada en la hiperinflación, ningún dinero alcanza para subsistir en su patria y por ello se ven a diario familias completas encabezadas por niños y jóvenes escarbar en los contenedores de basura, disputando desperdicios con los insectos y roedores?
11. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando nuestro protagonista de la fecha (que quisiéramos fuese el último, pero qué lejos parece dicha utópica solución) indica que si estuviese más chamo (joven, en lenguaje coloquial venezolano) seguiría más hacia el cono sur del continente?
12. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando, siguiendo el hilo anterior, nuestro personaje encuentra la dirección de destino y casualmente ve a unos familiares saliendo de la vivienda y empiezan las obligadas preguntas de cómo le fue en el viaje y cómo hizo para conseguir la dirección?
¡Con el cálido apretón de manos y la cara de agradecimiento, fue suficiente la paga!
Ahora la parte delicada:
1. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando unas cuantos mayorcitas usan esa condición para comercializar/prostituir a sus familiares, jóvenes, algunas casi niñas, con preguntas de doble sentido?
2. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando unos cuantos tantos aumentaron los índices de inseguridad en la ciudad al dedicarse al atraco característico caraqueño, disparando como si nada?
3. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando cada vez más son incautadas armas de fuego en Colombia que se comprueba son de origen venezolano?
4. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando algunos escudados como vendedores de cuanto alimento y cachivache existe rondan las vías de Cúcuta y al menor descuido se entran a robar?
5. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando algunos toman en arriendo viviendas para dos o tres y a la larga se comprueba llegan hasta diez (desesperados los propietarios porque además de no pagarles arriendo, igual incumplen con los servicios públicos)?
6. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando ha habido varios casos de personas bondadosas y caritativas que albergan venezolanos que terminan asesinándolos?
7. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando muchas de las visitas de entes nacionales e internacionales y Ong, del recorrido por los puentes y reuniones con Gobernación Norte de Santander y Alcaldía de Cúcuta, con las respectivas fotos y hasta ruedas de prensa, no pasan del anuncio a la acción? Diferente la Diócesis de Cúcuta con sus centros de ayuda humanitaria, con alojamiento temporal y miles de alimentos diarios.
8. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando el principal centro oficial de salud del Norte de Santander, el hospital Universitario Erasmo Meoz HUEM está patinando, literalmente, porque en atención a población venezolana hay facturados y en difícil proceso de recuperación más de $26.000 millones?
9. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes cuando en el mismo HUEM se registran más nacimientos de parturientas venezolanas que de las nacionales?
10. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta, que no es culpa solo de los migrantes sino históricamente de la dirigencia regional y nacional, cuando según las cifras oficiales del Dane al corte de octubre 2018, Cúcuta Metropolitana es la campeona nacional aumentado la tasa de informalidad laboral al 70% y subcampeona del desempleo con el 15,9%
11. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta cuando en el Taller de Construyendo País, el presidente Iván Duque le respondió ahora al alcalde Cúcuta, por tercera vez en dichos ejercicios en la gira nacional, que él no es Chávez para andar con la chequera en la mano? El presidente aún prefiere el show con artistas e ignora las marchas estudiantiles universitarias, algunos gremios de la producción y de las centrales obreras que tienen convulsionado al país por la disfrazada reforma tributaria, que despertó toda clase de reacciones al proponer lo contrario de la campaña presidencial. Por esto, sigue cayendo en las encuestas y en menos de cuatro meses de gobierno solo goza del 27% de aprobación de los colombianos encuestados.
12. ¿Cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta cuando su alcalde se disgusta y despectivamente voltea la espalda cuando una periodista le pregunta por un nuevo impuesto local.
Por fortuna, las respuestas a cómo hacerse el “toche” en las calles de Cúcuta con los migrantes, nos dejan ver que son más los buenos migrantes que los malandros, otro término venezolano. Cabe decir que dentro de estos últimos hay unos que ni se ubican y exigen al gobierno colombiano casa, alimentos y seguridad: ¿por qué no se regresan a su patria a exigirle a su gobierno? En Colombia ni para sus ciudadanos (sin la carencia como en Venezuela) hay suficientes alimentos, seguridad y casas, porque unos pocos tienen mucho y la gran mayoría poco.