Las estadísticas no conmueven, son cifras. Pero Colombia lleva décadas enterrando defensores y defensoras de derechos humanos. Y son muchas las organizaciones, pequeñas y grandes, regionales y nacionales las que se dedican no solo a levantar la voz sino a defender los derechos de los más vulnerados, de los más débiles y golpeados, por los poderes políticos, económicos y sociales.
Entre todas éstas una de las más emblemáticas por su tradición y logros es el Colectivo de abogados José Alvear Restrepo que cumple 45 años de estar dando la pelea y de manera muy especial contra los crímenes por parte de agentes del Estado. Y esto lo explica en buena forma su origen, en Medellín, en pleno estatuto de seguridad del presidente Turbay Ayala cuando los atropellos y abusos en el ejercicio del poder eran el pan de cada día.
Han logrado importantes éxitos judiciales que han llevado al Estado a reconocer su responsabilidad el holocausto del Palacio de justicia o el exterminio a militantes de la UP y la consecuente reparación de las víctimas. Igualmente, su actuación jurídica ha llevado a la judicialización de miembros de la Fuerza pública responsables de desapariciones extra judiciales; han sido además los apoderados del senador Iván Cepeda en el caso de los falsos testigos de Álvaro Uribe; lograron la condena que hizo la justicia norteamericana a la multinacional Chiquita Brands por haber financiado a grupos paramilitares en el Urabá.
Un colectivo de abogados que además ha sido perseguido por la tarea que desempeña, razón por la cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) acaba de condenar al Estado precisamente por la persecución que han sufrido desde los años noventa por sus denuncias a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado y cualquier actor que ejerza poder abusivo.
“Que quede claro, nosotros no somos otra cosa que defensores y defensoras de derechos humanos” insiste la directora del Colectivo Yessika Hoyos, en esta conversación con Juan Manuel Ospina. Una vocación de vida que no muchos entienden.
Aquí la conversación completa:
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