De acuerdo a la definición de la Organización Mundial de la Salud del año 2009, el autocuidado es "la habilidad de los individuos, familias y comunidades de prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a la enfermedad y la discapacidad con o sin el apoyo de un proveedor médico".
A pesar de que el autocuidado es un concepto que comprende diferentes elementos, la sociedad no conoce a profundidad su definición y erróneamente tienden a confundirlo con automedicación. De acuerdo al International Self-Care Foundation, el autocuidado comprende 7 elementos que toda la sociedad debería seguir diariamente si quiere gozar de buena salud: conocimiento e información en salud, autoconocimiento, bienestar mental y agencia, actividad física, alimentación saludable, prevención del riesgo, buena higiene y uso racional de productos y servicios de salud.
Teniendo en cuenta lo anterior, si las personas logran autocuidarse con estos hábitos, no tendrían que visitar innecesariamente los centros de salud, promoverían la descongestión del sistema, podrían tratar dolencias menores a través del autodiagnóstico, el autotratamiento y el autoseguimiento, y ayudarían en el ahorro de recursos.
De acuerdo al último estudio de la consultora EConcept sobre el tema, el 80% de las personas encuestadas afirmó que saben o creen saber qué es autocuidado y tienden a asociarlo con el cuidado del cuerpo, buenos hábitos alimenticios y de actividad física, y la prevención de enfermedades; no obstante, el 68% de las personas afirmó ir a consulta médica por prevención; el 91% acude a su EPS.
La mayoría de las personas afirma conocer los elementos para autocuidarse, sin embargo, prefieren asistir a consultas médicas o urgencias para tratar sus dolencias y afecciones. Con base en las estimaciones de la consultora, en promedio, el ahorro fiscal producto de una caída en las visitas a urgencias, dada una política de autocuidado, se movería entre los 13 mil millones y los 120 mil millones de pesos.
Estas estimaciones puntualizaron en padecimientos no graves/leves que permitan reducir las visitas a urgencias sin poner en riesgo la vida de los pacientes.
En Colombia las condiciones más prevalentes (aquellas que más del 40% de la población reporta haber sufrido) son dolor de cabeza (56%), dolor de espalda (43%) y gripa/resfriado (57%).
Si bien el 80% de las personas encuestadas creen saber qué es autocuidado y tienden a asociarlo con el cuidado del cuerpo, buenos hábitos alimenticios y de actividad física, y la prevención de enfermedades; no obstante, el 68% de las personas afirma ir a consulta médica por prevención; el 91% acude a su EPS.
La mayoría de las personas afirma conocer los elementos para autocuidarse, sin embargo, prefieren asistir a consultas médicas o urgencias para tratar sus dolencias y afecciones. Con base en las estimaciones de la consultora, en promedio, el ahorro fiscal producto de una caída en las visitas a urgencias, dada una política de autocuidado, se movería entre los 13 mil millones y los 120 mil millones de pesos.
En Colombia, las condiciones más prevalentes (aquellas que más del 40% de la población reporta haber sufrido) son dolor de cabeza (56%), dolor de espalda (43%) y gripa/resfriado (57%), por ello es de suma importancia promover una política de salud que le permita al colombiano educarse sobre su propia salud y tomar buenas decisiones de autocuidado en pro de su bienestar.
A partir de los resultados arrojados, las condiciones que representarían los mayores ahorros fiscales (potenciales) para el sistema de salud, dada una política nacional de autocuidado serían dolor de cabeza (120 mil millones de pesos), trauma leve, esguince o torcedura (100 mil millones de pesos) y dolor de espalda (80 mil millones de pesos).
En Colombia, el autocuidado y el involucramiento individual son parte de la definición y delimitación de los derechos y deberes del individuo, no obstante, las personas todavía no conocen con certeza los diferentes hábitos para mantenerse sanos, prevenir enfermedades, monitorear su propia salud y afrontar cualquier padecimiento que aparezca sin la ayuda de un proveedor de atención médica.
Teniendo en cuenta este escenario, es imprescindible para el bienestar de la población y para unas finanzas más sanas del sistema de salud, que se forje una coordinación institucional que promueva el autocuidado, la promoción de campañas educativas así como la gestión e implementación de los pilares en cada uno de los colombianos con base en la educación del paciente.