Travis Kalanick, el exitoso empresario estadounidense que cofundó Uber en 2009 y que cinco años después entró en la lista Forbes como uno hombres más ricos del mundo, ha construido silenciosamente un gran negocio de alimentos y productos básicos en Colombia y Latinoamérica denominada CloudKitchens, su nueva empresa dedicada a las famosas cocinas ocultas, que alquila espacio de cocina comercial y ofrece servicios de entrega a los restauranteros a quienes quieren lanzar negocios de entrega de comida a domicilio.
En 2019, realizó un acuerdo del que no se informó públicamente, mediante el cual CloudKitchens adquirió la empresa de cocinas con sede en Colombia: Cocinas Ocultas, www.cocinasocultas.com, fundada un año antes por los empresarios italianos Raffaele Sertorio y Edoardo Dellepiane. Ese mismo año, adquirió en el Reino Unido a FoodStars empresa dedicada al mismo concepto.
Un año después, la empresa compró el grupo de cocinas Nano con sede en México por USD 20 millones. El equipo de Cocinas Ocultas se encargó de desarrollar el negocio de CloudKitchens en todo el continente. Bajo la marca Cocinas Ocultas, CloudKitchens ahora opera en Colombia, Perú, Costa Rica, Panamá, Chile y Ecuador. En México, la empresa opera como VirtualKitchens. En total, se estima que son más de 70 ubicaciones en estos países.
Aunque Kalanick incursionó previamente en exitosas dos starts-ups que vendió, su gran salto empresarial lo dio con la fundación de Uber en San Francisco en 2009 (en ese momento UberCap) y que resultó no solo un negocio muy lucrativo y de gran impacto en el sector transporte en muchos países, sino que desde sus inicios generó tensiones, con el sector de los taxistas que lo consideran competencia ilegal, con el uso de huecos legales para funcionar y restricciones en su operación, una situación de fuerza que ha llevado a distintos gobiernos a realizar cambios en las regulaciones y distintos acuerdos ante la continua demanda del servicio por parte de los usuarios.
Kalanick es conocido como una persona arriesgada, y aunque tal vez eso hizo que Uber fuera un éxito, también su estilo fue objeto de varios escándalos que fueron llevados a una serie de televisión por streaming: “Super Pumped: La batalla por Uber”, basada en el libro homónimo del reportero del New York Times, Mike Isaac, que cuenta la historia de su ascenso y caída.
En junio de 2017, Kalanick renunció a su cargo de CEO, tras ser sometido a una fuerte presión por parte de los cinco principales accionistas, tras crearse un ambiente polémico que incluía varias acusaciones de acosos sexuales, malas prácticas empresariales, discusiones con los conductores de la compañía por las bajadas de tarifas y problemas con su activa vida social.
“Amo a Uber más que a nada en el mundo y en este momento difícil de mi vida personal he aceptado la solicitud de los inversionistas de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a construir en lugar de distraerse con otra pelea”
Kalanick conservó su puesto en el consejo de administración, y finalmente en diciembre de 2019 se retiró y vendió las últimas acciones que le quedaban por más de USD 2.500 millones, para según indicó "centrarse en sus nuevos negocios y en sus esfuerzos filantrópicos”. Forbes calcula su fortuna a septiembre de 2022, en USD 4.000 millones.
Después de que Kalanick dejara Uber, puso en marcha una empresa de riesgo llamada 10100, así como City Storage Systems, una compañía que reurbaniza bienes inmuebles en dificultades, de la que ahora es el director general y que sirve de matriz a CloudKitchens, con sede en Los Angeles, California, donde vive en una mansión que compró en 2020 por USD 43,3 millones.
El modelo aprovecha al máximo los inmuebles, usa el espacio sobrante de las cocinas (pasillos, almacenes) para almacenar y repartir productos básicos como medicamentos de venta libre, comida para mascotas y juegos sexuales. La empresa que hace esa función, también de Kalanick, se llama Pik N’Pak y opera en casi 50 ubicaciones de CloudKitchens en 11 ciudades de Brasil, México y Colombia. Al igual que con las operaciones de cocina, las empresas de aplicaciones de entrega locales tipo Rappi, envían productos Pik N 'Pak a los clientes.
El vínculo entre Pik N' Pak y CloudKitchens, no revelado anteriormente, hace parte de un impulso deliberado para expandirse en secreto, con entidades locales que se mantienen alejadas de la empresa matriz para evitar ser vinculadas a Kalanick, quien tras su amarga salida de Uber no quiere llamar la atención y maneja una cultura empresarial de secretismo.
Los empleados firman estrictos acuerdos de confidencialidad, tienen prohibido mencionar que trabajan en la empresa en Linkedln, y en su lugar de trabajo incluyen términos que utilizan las empresas que están en proceso de lanzamiento.
En el marco de la pandemia y pospandemia del coronavirus se evidenció un estallido de este modelo de negocio en todo el mundo.
CloudKitchens ha realizado tres rondas de inversión, la última realizada noviembre de 2021 la valoró en USD 15.000 millones, y ha recaudado USD 1.300 millones de inversionistas, entre los que se encuentran Microsoft, el Fondo de Inversión Público de Arabia Saudita y Craft Ventures.
El crecimiento de las cocinas ocultas en América Latina ha sido muy exitoso, en Colombia, hace unos años, el 10 % de las ganancias de los restaurantes provenían de los domicilios, pero hoy pueden llegar al 60 %, y la tendencia es a cada vez recibir el producto en menor tiempo, por lo que la cocinas ocultas se ubican cerca de la demanda, lo que ha causado controversia en ciertas ciudades. La proliferación en São Paulo, la ciudad más grande de América, provocó objeciones de los residentes que viven cerca, quienes se han quejado del ruido, los olores, el humo y los repartidores en motocicletas, que esperan afuera para recoger pedidos.
Al igual que con Uber, Travis Kalanick le apostó, y por lo visto de forma muy exitosa, a la prestación de un servicio que también parece tener problemas con la comunidad, y aunque aparentemente se ha vuelto más sensible a las prácticas comerciales locales, sus viejas prácticas podrían perdurar.