Uno de los peores desempeños en los debates previos a la elección del pasado 21 de marzo fue el ingeniero de sistemas y actual vicerrector académico José Ismael Peña. Los estudiantes le reclamaban las grandes deficiencias de la rectoría de Dolly Montoya, de la cual ha sido su mano derecha. Fue uno de los perdedores en la consulta de estudiantes, profesores y egresados en la que arrasó el abogado y politólogo Leopoldo Múnera.
El consejo superior presidido, por la ministra de Educación, Aurora Vergara, no tuvo en cuenta los resultados del sentir del estamento universitario que le dieron un 34,4% de los votos a Múnera, seguido por Raúl Sastre, un médico, que se posiciono de segundo con 22,6%. Peña obtuvo solo un 8,3%. Esta omisión puede tener graves consecuencias para la gobernabilidad del menos aceptado, pero que terminó elegido en contravía y desde ya empezó la protesta y los llamados al paro.
#ComunidadUNAL En sesión realizada el día de hoy, el Consejo Superior Universitario (CSU) designó al profesor José Ismael Peña Reyes (@JoseIsmaelPena) como nuevo #RectorUNAL para el periodo 2024 - 2027 👇 #SomosUNAL pic.twitter.com/0kvqvgPQOX
— Universidad Nacional de Colombia (@UNALOficial) March 21, 2024
Aunque hay hermetismo en la manera de votar, se presume que la primera ronda dejó un empate con cuatro votos: los 3 de los representantes del gobierno (la ministra y dos delegadas) y el de Sara Jiménez, la representante de los estudiantes.
La rectora Dolly Montoya había hecho el trabajo con sus pares y tanto el representante de los profesores Diego Torres, como la del Consejo Académico, Verónica Botero, el del Consejo Nacional de Educación Superior, Humberto Rosanía y el exrector Ignacio Mantilla habrían votado mutu propio desconociendo los sectores que representaban, asegurándole a Peña, el candidato de la continuidad, los cuatro votos que le dieron el empate. Sin embargo, la votación fue secreta, por lo que existe la posibilidad de que Peña no haya estado en ese primer empate.
Esto llevó a aplicar la teoría de juegos o del “segundo mejor” para buscar un desempate inmediato, algo que ha podido detener la Ministra de Educación como presidenta del Consejo Superior Universitario por tratarse de una metodología no garantista para los competidores.
De esta manera, en lugar dar un voto, cada miembro del CSU debía dar dos o tres, con lo cual la cantidad de votos totales pasaría a ser, ya no de 8, sino de 16 o 24. Entonces, Múnera pasaba de tener 4 votos de 8 a tener 4 de 16 o de 24, repartiéndose el resto entre los otros cuatro candidatos que estaban en disputa y siendo Peña el que terminó haciéndose con la mayoría.
El resultado no pudo ser más inesperado, significando un continuismo mal recibido entre el grueso de la comunidad educativa y una derrota para el gobierno que no encontró la ruta para convencer las bondades de votar por el abogado Leopoldo Múnera, quien se presentaba por segunda vez. Con la elección de Peña, Dolly Montoya completa 9 años manejando la Universidad Nacional, este último período en cuerpo ajeno.