Tener una mascota es una responsabilidad muy grande, el tiempo que debe dedicarle diariamente es muy importante, la forma de alimentarlos y sobre todo, la forma de criarlos y reprenderlos. Algunas personas creen que regañarlos con gritos o pegarles es la única opción para corregirlos, pero contrario a eso, esto puede causarles traumas, podrían no entender de qué se trata e incluso. Le explicamos cómo castigar a un gato de forma amable.
Los gatos sobre todo, son animales sensibles, según veterinarios especializados, estos felinos no se toman nada bien los golpes, así como a cualquier ser vivo le molestaría recibir violencia física o gritos. Sobre todo en gatos ancianos, ya que uno joven está un poco más abierto a aprender hasta de esos incómodos momentos.
Cómo castigar a un gato sin hacerle daño
En primera instancia, se recomiendo evitar los escenarios en los que el gato pueda portarse mal, es decir, si a él le gusta morder los cables, cuando te vayas, deja esos cables guardados para evitar un mal rato y así lo debes hacer con todo lo que despierte el lado travieso de tu felino.
En caso de que ya haya hecho el daño y debamos corregirlo, hay tres errores que no se deben cometer. Llamarlo por su nombre mientras lo regañas, porque cada vez que se lo digas podría asociarlo con algo negativo o con un problema.
Jamás debe utilizar violencia física, pues no solo le hace daño y le causa traumas, si no que no va a entender en absoluto que tiene que ver esos golpes con lo que hizo y simplemente te tomará cómo un dueño violento, dañando el vínculo. Los mismo sucede con los gritos, además de lastimar sus oídos pues escuchan mucho mejor que el ser humano y puede resultarles una tortura auditiva.
Si ya han pasado 5 minutos o más después de que tu gato hizo algo malo, no debes castigarlo pues él no va a entender que pasa. Si quieres regañarlo sin hacerle daño hay varias formas. La primera es con un spray con agua, en el momento justo en que esté haciendo algo malo, le hechas agua a la altura del hocico y va a entenderlo perfectamente.
No obstante, el castigo más efectivo es la privación de la atención de sus dueño, es decir, te vas de la habitación y lo dejas solo, después de eso, vuelves pero comportándote indiferente y debes seguir así una hora más. Con esto, él entenderá que hizo algo malo y no recibirá un golpe o un grito sino una actitud que deja todo claro.
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