Cerrado el proceso electoral presidencial, varios partidos y figuras empiezan a perfilarse de cara a las elecciones regionales de 2023. En Bogotá, el partidor para las elecciones a la alcaldía contempla tres bloques claramente definidos. La “limada de perezas” entre la alcaldesa Claudia López y el presidente electo Gustavo Petro sugiere que la centroizquierda capitalina podría llegar unida a la contienda electoral del próximo año. No obstante, esta unión podría no ser del agrado de un sector de centro, que podría volverse disidente. Finalmente, la derecha bogotana probablemente busque un espacio para aspirar a gobernar el Palacio de Liévano a partir de 2024 ¿Cómo arranca cada bloque en términos electorales? ¿Qué nos dicen los datos sobre las posibilidades de cada bloque? ¿Quiénes son los más opcionados para liderar cada bloque?
La centroizquierda: Claudia y Petro ¿llegarán unidos?
“Al fin ganamos” fueron las palabras que trinó la alcaldesa Claudia López el día que Gustavo Petro logró ganar las elecciones en segunda vuelta. Pero este trino no ha sido el único gesto de unión. Desde hace varios meses, existe un pacto de no agresión entre Petro y López. Así mismo, Luis Ernesto Gómez, uno de sus funcionarios más cercanos, renunció a la jefatura de gabinete para acompañar a Gustavo Petro desde la primera vuelta presidencial. Figuras cercanas a la alcaldesa como Angélica Lozano, Cathy Juvinao o Julián Rodríguez Sastoque se sumaron a la candidatura del Pacto Histórico para la segunda vuelta. Ahora, consumado el triunfo de Petro, las fuerzas de centro e izquierda podrían confluir para formar una candidatura única a la alcaldía de Bogotá. Luis Ernesto Gómez es la persona más opcionada, hoy, para encabezar esta candidatura.
Este es un bloque que tiene un potencial electoral enorme. Unir caudales electorales de un sector de centro con la izquierda capitalina podría formar una candidatura electoralmente incontestable. En términos territoriales, el gran objetivo de este potencial bloque debe ser atraer los votantes de López, concentrados en el occidente y en el corredor de Teusaquillo, y juntarlos con la votación histórica de la izquierda bogotana, asentada en el sur y el occidente mas cercano al borde del rio Bogotá. Si se compara la sumatoria de votos porcentuales de Claudia López y Hollman Morris con el desempeño de Gustavo Petro en la segunda vuelta de 2022, es claro que el Pacto Histórico logró acrecentar su caudal electoral en casi toda la ciudad. Solo en las zonas con mayor poder adquisitivo (Chapinero, Usaquén Sur, Suba oriental y Salitre), la izquierda bogotana sigue teniendo problemas. Es aquí donde el centro, que tiene una mayor acogida en estas zonas, entra a ser un socio electoral formidable (Ver mapa #1, #2 y #3). El centro necesirta a la izquierda para poder dominar en varios sectores populares; la izquierda necesita al centro para poder entrar en zonas más acomodadas de la capital.
La derecha bogotana: ¿quién?
La derecha colombiana esta pasando por un proceso de reorganización muy fuerte, respondiendo a la salida paulatina del uribismo del escenario político. En este proceso, no queda muy claro la posición y lideres de la derecha en el contexto bogotano. El rumor es que Diego Molano Aponte, actual Ministro de Defensa, buscaría enarbolar las banderas de la derecha para buscar el Palacio de Liévano. Esto sería paradójico, pues si el uribismo va de salida, la persona más opcionada en este bloque es uno de los ministros mas leales y fervorosos del actual gobierno uribista. En términos electorales, este sector tendrá bastantes problemas, pues básicamente se ha atrincherado en la Bogotá de clase media-alta, concentrada en Chapinero, Usaquén, Suba oriental y Salitre). Estas zonas, aunque son más “juiciosas” a la hora de votar, están lejos de ser suficientes para elegir alcalde Mayor. En este escenario, aunque un nombre como Diego Molano podría ser llamativo, de entrada, parece ser incapaz de atraer los votantes suficientes para ganar la contienda. Y si no es Molano ¿Entonces quien? (Ver mapa #4 y #5).
El centro disidente
Como se había escrito anteriormente, esta luna de miel entre Claudia López y Gustavo Petro podría tener voces disidentes al interior del centro político. Por ejemplo, parecería difícil que el Nuevo Liberalismo pueda entrar dentro de la eventual alianza configurada entre la alcaldesa y el presidente electo. Eso sugiere que Carlos Fernando Galán podría ser una tercería que opte por la alcaldía en 2023. Además del Nuevo Liberalismo, hay figuras importantes al interior de Alianza Verde como Martin Rivera, Diego Laserna o Mauricio Toro que podría ser resistentes a una unión entre el centro y la izquierda. En términos territoriales, este centro disidente no tiene otra alternativa que crecer en los espacios en donde la derecha ha sido tradicionalmente hegemónica, aprovechando el vacío de poder, mientras logra ser competitiva en zonas de clase media consolidada ubicadas en el occidente y centro geográfico de la capital.
El partidor para quedarse con el Palacio de Liévano en 2023 sugiere una contienda de tres bloques iniciales, con una posible alianza entre sectores de centro y la izquierda bogotana que podría ser incontestable en terrenos electorales. Un centro disidente y una derecha perdida parecen ser quienes se perfilan como las alternativas a esta alianza. Luis Ernesto Gómez, Carlos Fernando Galán y Diego Molano parecen ser los mas opcionados para encabezar estos bloques. De acuerdo con el panorama actual, el primero parece tener la ventaja para ser el próximo alcalde, pero esto puede cambiar. Recuerden, este solo es el arranque del partidor de una maratón.