En Popayán se paga la gasolina más costosa del país, $9.990 el galón, le sigue Villavicencio con $9.772,
mientras que, en Bogotá, el valor es de $9.372, en Pasto de $7.922 y en Cúcuta de $ 7.632.
Es importante destacar que, en Colombia, la gasolina es de las más baratas del mundo, gracias a que el Estado subsidia parte de los precios a nivel local, a través del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles, mecanismo que ha evitado que el incremento en los precios internacionales del petróleo y de los combustibles se traslade al bolsillo de los colombianos.
El presidente Gustavo Petro anunció en domingo 9 de septiembre, que los precios de la gasolina en
Colombia subirán, dado el enorme déficit en el presupuesto nacional por el subsidio creciente al consumo de gasolina. Según el mandatario.
El mandatario afirma que la mitad del déficit del presupuesto nacional se debe al subsidio creciente a los consumidores de gasolina, lo que genera un debate nacional para desmontar el subsidio por 40 billones y con estos recursos, atender la tasa de mortalidad infantil por desnutrición, que se duplica cada año.
Tras la declaración del presidente Petro, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, aseguró que, según los informes entregados en el empalme, el anterior gobierno, pagó 14,2 billones del déficit y dejó 28,5 billones presupuestados, así como otras fuentes de pago, con miras a garantizar la estabilización de precios de combustibles durante la pandemia, logrando impedir una inflación de cinco puntos y, de paso,
evitar afectar a las comunidades más vulnerables del país.
Si se desmonta el subsidio, la gasolina en Popayán estaría por encima de los cuatro dólares, equivalente a $17.412, con consecuencias devastadoras para la ciudad y el departamento del Cauca, pues el alza, amenaza la estabilidad social en los sectores más deprimidos de la sociedad, pues los alimentos se transportan como carga terrestre, se aumentarán las tarifas del transporte público y el presupuesto familiar y llenar el tanque del vehículo para desplazarse al trabajo y comprar alimentos se disparará de manera ostensible.
Colombia alcanzó una inflación del 3%, algo normal en un año. Sin embargo, el alza en los precios de la gasolina, provocaría un 20% o 30% de inflación, a consecuencias de la pandemia, el paro nacional y el escalamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania. Por efectos de subir los precios en el Ecuador, por ejemplo, las protestas acorralaron al gobierno hasta forzarlo a bajar tarifas y en Estados Unidos el
presidente Joe Biden, con la popularidad a la baja, propuso suspender los impuestos a la gasolina para
contrarrestar la inflación.
Si el gobierno de izquierda del presidente Gustavo Petro, comete el craso error de desmontar el subsidio a la gasolina, el incremento desmedido del combustible aumentará los índices de pobreza, disparará de manera desbordada el costo de vida y desatará la ira popular con consecuencia imprevisibles para su
gobierno.