Mucho he escuchado sobre la problemática de la aplicación Uber en los últimos días, después de que el Ministerio de transporte declarara ilegal su funcionamiento en Bogotá .
Pero más allá de esto, el tema de fondo acá es que quienes usaban Uber, lo hacían sabiendo que es un servicio de calidad, aunque no es bueno generalizar, y como muchos de los colombianos de clase media, tengo un amigo, familiar o conocido que se dedica a este oficio y lo hace con honestidad, respeto y decencia.
El inconveniente radica en que como reza el refrán “una golondrina no hace verano”, y es que independientemente de la ciudad de Colombia donde nos encontremos a quién no le ha ocurrido por lo menos una vez, alguno de los siguientes eventos:
• Llama a la central de taxis, y después de largo tiempo la operadora dice “no se reportan móviles”.
• Si se reporta un móvil, llega con retraso.
• El taxista al ser abordado dice “Uy yo por allá no voy”.
• El taxi huele feo.
• El taxista toma la ruta que a él se le apetece.
• El taxista conduce a la velocidad que se le apetece.
• El taxista no tiene vueltos.
• Pasajero de un taxi o conductor de otro vehículo, es cerrado por un taxista.
• El taxista va escuchando la música que a él le gusta y tiene un volumen alto.
• Cualquier comentario, sugerencia o reclamo es contestado por el taxista con grosería.
• El taxista cobra una suma mayor a la marcada en el taxímetro.
• Cuando usted más necesita un taxi, no hay ninguno disponible.
Es por situaciones como estas, sin incluir paseos millonarios, que existían personas dispuestas a pagar de más por un mejor servicio. Y es que en defensa de los taxistas, no todos son malos, pero no todos son buenos, y por la cantidad de experiencias que se recogen son más quienes hacen que tomar un taxi sea incómodo.
Si los señores taxistas quieren reivindicarse, lo pueden hacer, pero que lo hagan sin presiones, sin marchas y sin bloqueos, que lo hagan de una forma con la cual no perderán dinero, y esto es cobrando tarifas justas, tratando al pasajero con respeto, respetando las normas de tránsito y sobre todo haciendo que utilizar sus servicios sea una experiencia agradable.