Mecanismo de importancia es, sin duda, en momentos de transición, la Comisión de la Verdad; centro de especial consideración es la Reconciliación por la verdad.
Nace todo en que, es probable en punto de necesidad, la Reconciliación. Miren ustedes, qué sencillo: Reconciliación: : “1. tr. Volver a las amistades, o atraer y acordar los ánimos desunidos. U. t. c. prnl. 2. (…) 3. tr. Oír una breve o ligera confesión. (…) 5. prnl. Confesarse, de algunas culpas ligeras u olvidadas en otra confesión que se acaba de hacer. 6. prnl. Rel. Confesarse, especialmente de manera breve o de culpas ligeras”. Insistamos: La reconciliación es volver a la conciliación, pero oyendo, escuchando al otro, como si fuera yo; un yo que está al frente, una confesión, en la otredad. Así es, el Modelo de Estado, Estado Social de Derecho.
Razón de fundamento se encuentra en la Sentencia C-328/00: naturaleza del Derecho y Deber de la Paz: “(…) debe entenderse en un sentido fuerte, esto es, no como una mera aspiración ni como la expresión de una utopía, sino como una regla de conducta que debe inspirar a todos los colombianos y que debe conducir a la solución de los conflictos de manera pacífica”; y, allí, la Sentencia C-579/13: “(…) es necesario desarrollar unos objetivos especiales: 1. El reconocimiento de las víctimas, quienes no solamente se ven afectadas por los crímenes, sino también por la falta de efectividad de sus derechos. (…) 2. El restablecimiento de la confianza pública mediante la reafirmación de la relevancia de las normas que los perpetradores violaron. (…). 3. La reconciliación, que implica la superación de las violentas divisiones sociales, (…) o recuperación de un nivel de confianza social, de solidaridad que fomente una cultura política democrática que le permita a las personas superar esas horrendas experiencias de pérdida, violencia, injusticia, duelo y odio, y que se sientan capaces de convivir nuevamente unos con otros. (…) 4. El fortalecimiento de la democracia mediante la promoción de la participación de todos, restaurando una cultura política democrática y un nivel básico de solidaridad y de confianza sociales (…).”
Dentro de este marco, ya se había avanzado y, de qué manera, en la reestructuración de la verdad, independiente y autónoma; desde la época del cuatrienio Pastrana, con el mandato por la Paz y, lo señalado por la Suprema Corte, los mecanismos extrajudiciales para la resolución del Conflicto: “(…) esta Comisión debe ajustarse a las realidades del país y así poder cumplir un rol complementario en el esclarecimiento de la verdad que busca la sociedad (…) sostuvo que los Estados tienen la obligación de impulsar mecanismos judiciales y extrajudiciales para el conocimiento de la verdad para restaurar la dignidad de las víctimas”, pero además, la Jurisprudencia así llamaba a su implementación[1]: “Para el caso colombiano, dada la dimensión de los crímenes cometidos por los paramilitares desmovilizados y las dificultades que han surgido hasta el momento para la culminación de los pocos juicios que han logrado alcanzar etapas avanzadas del proceso[2], sería conveniente la creación de una comisión de la verdad que ajustada a las necesidades particulares de nuestra realidad, operara paralelamente con los procesos judiciales, cumpliendo roles complementarios en el esclarecimiento de la verdad que busca la sociedad. (…)”
Así como tenemos y hemos exhibido reparos y preocupaciones
con la JEP (Justicia Especial para la Paz),
tenemos grande esperanza con la Comisión de la Verdad: el Mecanismo.
Si señoras y señores; bien afirmó el presidente designado de la Comisión de la Verdad, el padre Francisco de Roux, y, en ello confiamos: “¿Qué llamado hace para cuando empiece a funcionar la Comisión? Espero que las personas que se sientan responsables por las cosas acontecidas puedan participar en este proceso. ¿Para qué sirve una Comisión de la Verdad? Le respondo de la siguiente manera: Esta no es una Comisión de la Verdad para incentivar odios ni para profundizar venganzas ni para señalar culpables. La Comisión no está para eso. Pero muchas personas sí creen que de acá debe salir juicios y condenas...No. La Comisión está para invitarnos a una comprensión colectiva de qué fue lo que realmente nos pasó y por qué llegamos a la barbarie en que se vio metido el país profundamente. Es importante que entendamos la manera cómo, juntos, podemos, en un escenario de reconciliación, buscar una salida colectiva y seria, donde la verdad sea verdad y se consideren con seriedad las cosas y las responsabilidades de unos y otros”.
Así como tenemos y hemos exhibido reparos y preocupaciones con la JEP (Justicia Especial para la Paz), tenemos grande esperanza con la Comisión de la Verdad: el Mecanismo.
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[1] CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN PENAL. Rad.: 32022. Auto de veintiuno de septiembre de dos mil nueve.
[2] Ver, por ejemplo, lo que ha sucedido con el caso de Wilson Salazar Carrascal, alias “El Loro”, registrado en el auto del 31 de julio de 2009, radicado No. 31.539.