La convergencia de diversas fuerzas políticas -desde las Farc hasta el uribismo- alrededor de la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo refrendatorio, así como las dificultades que se sabe tendrá su trámite en la Corte Constitucional tienen temblando el proyecto de ley de plebiscito. La guerrilla no está dispuesta a aceptar ninguna proposición distinta a las acordadas en la mesa de La Habana y nada les baja de la idea de la Constituyente para sellar el acuerdo de paz. En ese punto coinciden sectores políticos uribistas como el liderado por Joselito Guerra, así como el propio Uribe, Álvaro Leyva, Iván Cepeda, Gustavo Petro e incluso algunos militares retirados,
El expresidente Uribe ya acepta la firma del acuerdo y está dispuesto a participar propositivamente en la medida en que tenga la oportunidad de participar de una constituyente que pueda regular los aspectos con los que se sienta inconforme. Ese acercamiento dejaría sin oxígeno el plebiscito convocado por el presidente Santos que tenía entre sus propósitos buscar derrotar a Uribe en las urnas. El gobierno estaría buscando una salida con altura de una iniciativa para cuyo trámite en el Congreso se movilizó al pleno de la Unidad Nacional.