La situación generada por la competencia desleal en Colombia de las decenas de chinos en el negocio de las confecciones y del textil, entre otros, le ha dado una estocada silenciosa al comercio colombiano, algo que tiene a miles de pequeños y medianos empresarios nacionales de los nervios: Años y años de trabajo esforzado y honrado se van a pique, de un día para otro, por cuenta de extranjeros que conquistan el mercado con una sencilla fórmula: tumbar precios. Esto con la aparente indiferencia de las autoridades.
Negocios asiáticos invaden no solo el centro de Bogotá sino también todo el país. Y las cifras son claras en torno a esta problemática. La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) indica que ha incautado en un solo año más de 120 mil millones de pesos en mercancías ilegales, en su mayoría, del sector mencionado.
En San Victorino, centro neurálgico de Bogotá, hay 5 mil comerciantes afectados por esta competencia asiática que baja precios sin contemplaciones, paga primas o compra locales por cinco veces el valor comercial y hace lo inimaginable para aprovecharse de un mercado boyante como es el que por muchos años ha sido el de los comercio popular en Colombia. Al menos esto afirman los comerciantes y corroboran las autoridades.
“Los comerciantes de por aquí nos hemos organizado para salir y protestar. Salimos porque se siente el bajón de las ventas. La mayoría de los locales de ellos (los chinos) se mantienen llenos porque es muy barato; el gobierno debe hacer algo, nos estamos arruinando de verdad verdad”, suplicó uno de los comerciantes.
Y es precisamente la denuncia de otro comerciante. Óscar Iván Cárdenas, que pone el dedo en la llaga: “A los asiáticos vienen y les encuentran miles de millones de pesos y al siguiente día el local está abierto; o sea, me parece algo injusto, aquí hay más preferencia por parte del Estado por los extranjeros que por los nacionales”.
Manifestaciones y marchas por todo el país contra la invasión china debe obligar a las autoridades a tomar cartas en el asunto. Una de las soluciones para este gravísimo problema la plantearon recientemente la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia y la Procuraduría General de la Nación, entidades que le meten el hombro a desarticular el comercio ilegal en el país para intentar de que Colombia sea el país más competitivo de América Latina en el 2020.
Con respecto a este tema, el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, dijo que “parte de las herramientas más importantes en contra de la corrupción es precisamente combatir la ilegalidad; hay un problema, digamos de política exterior, que es un problema de personas que están entrando al país, ojalá entren legalmente y, por otro lado, de que los colombianos sepan que pueden ejercer el comercio que legalmente”.
¿En qué parará todo esto? Como mínimo en que las autoridades ahora sí pongan atención.
Cabe destacara que entre las peticiones de los negociantes están que las autoridades impongan medidas de protección a la industria nacional de confecciones y textiles, compensaciones tributarias, mejores condiciones financieras y den accesibilidad a créditos.
La labor conjunta de ambas entidades espera que, con el programa Apuesta Mega 20 20, se logre reducir la ilegalidad.
Breves del problema
Las autoridades estiman que cerca de 40 locales de la zona de San Victorino están ocupados por asiáticos. Los comerciantes están en desventaja y no tienen cómo competir por los precios.
Se han conocido casos, dice una fuentes, en los que por un local que valdría unos 250 millones de pesos, han pagado hasta 1.000 millones con la sola intención de quedarse allí, así sus productos sean a costo de ‘huevo’.
El dato: Los asiática pueden pagar la prima de cada local hasta dos años de arriendo por adelantado.
Gran parte del problema se da en San Victorino pero las autoridades distritales han identificado otras zonas que han sido invadidas por los chinos como San Cristóbal Norte y El Restrepo.