Los dirigentes de la oposición, tímidamente, se aventuran a pedir la renuncia del sátrapa, ante la ola de corrupción que ha salpicado su gobierno desde el año 2010.Como si ello sirviera para algo.
Se ha anunciado una marcha de protesta para el 1 de abril y la verdad es que militan muchos motivos para marchar. Sin duda alguna se poblarán las calles de pueblos y ciudades con millones de compatriotas ansiosos de protestar contra tanta infamia, contra la entrega del país a los más tenebrosos bandidos de nuestra historia y contra el desconocimiento de la voluntad popular que rechazó los acuerdos Farc- Santos el pasado mes de octubre.
Pero, cuando los políticos son inferiores a la hora en que les corresponde actuar con coraje, el pueblo mismo se encarga de "poner la carne en el asador" y salir a defender lo que queda de la Patria. Una mujer común y corriente, no vinculada a ningún partido político, Doña Gladys Sánchez Rojas, se erigió en promotora de un referendo que busca, entre otros puntos, la revocatoria del mandato de Santos. Ya la Regstraduría le dió el aval para recoger firmas y se inició el trabajo de campo.
Se calcula que la marcha del 1 de abril, en el momento de mayor desprestigio del gobierno, reunirá cerca de 8.000.000 de colombianos, justamente el número que se requiere para que el referendo sea aprobado, sin tener que pasar por el Congreso.
Es, pues, la mejor oportunidad que se le presenta al país para terminar con el peor mandato presidencial que ha conocido en toda su historia. Sólo se requiere que cada uno de los partícipes de la marcha, vaya provisto de una tablilla con varias copias del formulario para recoger firmas y se convierta en promotor del referendo.
El solo anuncio de que se podrá firmar el referendo revocatorio hará subir a niveles insospechados la asistencia a la marcha. Y no será nada difícl conseguir que los marchantes firmen, pues todos, sin excepción, están en contra de Santos y de sus fechorías al servicio de las FARC y en contra de los intereses de los ciudadanos honestos. Será una sorpresa mayor que la que recibió la dictadura de Santos con el plebiscito de octubre.
La Divina Providencia ha puesto en nuestras manos la fórmula para terminar en un día con este funesto mandato. No seamos inferiores a este desafío.
