Los unicornios tecnológicos, nombre con el que se le denomina a emprendimientos privados que son valorados por los inversionistas en más de USD 1.000 millones, han dejado de ser extraños en Latinoamérica en los últimos años. El comercio electrónico, la logística y los servicios financieros son los sectores que más han atraído las mayores inversiones de capital de riesgo.
El grueso de estas inversiones se concentra en el mercado brasileño, que acapara la mayoría de las empresas, sin embargo los dos primeros unicornios son fundados por colombianos. Nubank, en Brasil por el colombiano David Vélez y sus socios brasileños, quienes anunciaron su arribo al país a finales de septiembre de este año. Y el segundo unicornio es Rappi, fundada por los colombianos Felipe Villamarín, Sebastián Mejía y Simón Borrero.
La organización Lavca hizo el siguiente estimado de los unicornios actuales, pero aclarando que dado que es información privada, fue conseguida por fuentes secundarias, por lo que su precisión no está garantizada. Esta es la lista:
Una vez esas empresas salen a bolsa, dejan de requerir inversiones de riesgo y su valor lo determina el mercado de la acción, tal es el caso de la argentina MercadoLibre, valorada en Nasdaq en cerca de USD 96.660 millones, y cuyo CEO y mayor accionista es Marcos Galperin. La bolsa o la venta de la empresa es el mecanismo de los inversionistas para recuperar su dinero y las posibles ganancias, tal fue el caso de la exitosa plataforma para pedir taxis, Tappsi, vendida a la brasilera Easy Taxi a mediados de 2018, y luego de la fusión de las dos plataformas, vendida a la española Cabify en diciembre de 2019.
Los ecosistemas emprendedores difieren de un país a otro, en Colombia la mayoría de los fundadores de estas compañías son hombres que viven en Bogotá y Medellín. Solo el año pasado, en plena época de recesión, los emprendimientos tecnológicos recibieron más de USD 400 millones de capital de riesgo, provenientes principalmente de fondos extranjeros. El gobierno los promueve principalmente a través de Innpulsa, la agencia de innovación y emprendimiento adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.