No puede ser que olvidemos tan rápido. Nairo Quintana es el quinto ciclista en actividad con más podios en grandes vueltas, tiene 6 y solo es superado por Froome, Contador, Nibali y Valverde. Es el único ciclista colombiano que ha sido podio en las tres Vueltas mpas importantes del mundo y ha ganado Giro y Vuelta. En su peor etapa en un Tour queda décimo, un puesto que muchos ciclistas sueñan. En su peor Tour Nairo ocupa la octava casilla y acá lo despedazan sin piedad, sin miramientos. Periodistas especializados repiten una y otra vez que falló, que deje las excusas. En esas cloacas que son las redes le gritan indio asqueroso y el maltrato proviene, por supuesto, de ocasionales fanáticos del ciclismo que no tienen idea alguna de este deporte y aun así, por las bondades de la libertad de expresión se atreven a cuestionarlo usando los peores calificativos.
Quieren que se retire del ciclismo a los 27 años, una edad a donde apenas un corredor está llegando a la cima de su rendimiento. Se equivocan Feo. A Nairo le quedan por lo menos unas seis temporadas a primerísimo nivel. Tiene el equipo para consolidarse y la confianza de uno de los mejores técnicos del mundo. Sería muy bueno que estos colombianitos que lo ataquen se calmen, reflexionen y piensen. Que sus odios se los lleve a las tribunas del Fútbol, que esto es ciclismo, un deporte de mártires que no paran de sufrir. No queremos ver a las barras del fútbol exigiéndole al más grande de nuestros deportistas más gloria de la que nos ha dado el fútbol. No hablen por favor de lo que no saben.
Ya vendrán otras temporadas para que se desquite. Igual eso a él no le importa, igual sabe que es un grande