Suárez fue invitado al pabellón central donde se exhibe la obra “Franz Kafka, Diarios II” conformada por 367 dibujos, trabajo que hace parte de un proyecto iniciado por el artista hace más de diez años. La idea nació después de escoger un grupo de libros para leer a lo largo de un año y realizar un dibujo diario a partir de cada obra. Los expuestos en la bienal corresponden a los documentos del escritor Franz Kafka desde 1910 y 1923. En algunos casos, una sola hoja ilustra un pasaje entero mientras que en otros, una imagen nace de una sola palabra.
José Antonio vive con un lápiz en el bolsillo. Mientras espera un avión, un bus o su pedido en un restaurante está dibujando. Sólo necesita una servilleta o el tiquete del vuelo para deslizar la punta de su lápiz y crear una obra de arte. Sus dibujos nacen del impulso por trazar líneas, por dibujar todo lo que ve y escucha. Su obra es pequeña y minuciosa, la crea en cualquier papelito en medio del bullicio y el gentío. Suárez es una persona solitaria y recogida, se mantiene alejado de las cámaras y las entrevistas por es difícil conseguir fotografías suyas, incluso en las exposiciones es retraído y de pocas palabras
José Antonio dibuja todos los días hace más de treinta años. Estudió Artes en Suiza pero regresó a Medellín en los años 80 cuando las galerías se interesaban por mostrar su talento. En 2005 ilustró su primer libro con la editorial Tragaluz y ya lleva tres. Sus dibujos están hechos con delicadeza y precisión. Trabaja la tinta, el lápiz, la acuarela y el collage en libretas, en hojitas sueltas o preferiblemente en una Moleskine si la tiene a la mano.