Según reporta Noticias Caracol, el hecho ocurrió en el municipio de Fusagasugá. Una mujer de 52 años se sometió a una liposucción y un aumento de gluteos a domicilio. Lo hizo luego de que una amiga le recomendara el trabajo de la esteticista que hacía el procedimiento.
Cuando la esteticista llegó a la vivienda, según el hijo de la afectada, sacó los instrumentos de un maletín y utilizó un par de guantes que ya estaban usados. No hubo ningún tipo de control sanitario. Aunque al día siguiente de la intervención no se presentaba ningún problema, tres días después la afectada terminó en una sala de cuidados intensivos de un hospital en Bogotá.
Según dijo el hijo de la víctima, su madre tiene una bacteria que le invadió los huesos y no hay posibilidad de que sobreviva. La esteticista, al conocer el estado en que se encontraba su paciente, desapareció. La familia de la afectada instaurará denuncia en la Fiscalía para que la mujer responda por lo sucedido.