ALGO ASÍ COMO EMPEZAR LOS PARTIDOS CON LA TANDA DE PENALES, Y LUEGO JUGARLOS
Es descabellada la tesis del señor Vladimir Padrino, ministro de Defensa del régimen de Maduro, quien anuncia que Colombia y Venezuela en lugar de relaciones diplomáticas reanudarán relaciones militares.
Es como si una pareja rompiera relaciones conyugales manteniendo las sexuales. Una especie de oxímoron, como un hielo frío o el ratero honrado de Escalona.
Desde que el mono se volvió Homo sapiens y se juntó en comunidades, la idea es que la interacción de los clanes, hordas o tribus da origen a las relaciones diplomáticas. Cuando fracasa la diplomacia a los militares se le encarga la guerra. Padrino quiere invertir las cosas, algo así como estrechar relaciones a puntapiés.
La representación internacional de un Estado la tienen los jefes de Estado o de Gobierno; los ministros de relaciones exteriores y los embajadores acreditados por el respectivo jefe de Estado. El señor Padrino no representa a Venezuela y como por ahora las relaciones diplomáticas y consulares están rotas, si ingresa a Colombia sin una invitación oficial no lo ampararía ningún tipo de inmunidad. Procedería su arresto inmediato y su extradición a los Estados Unidos, que ofrecieron 10 millones de dólares de recompensa por su captura. De pronto han aumentado a 15 … Ese billete si sería una buena contribución a la causa colombo-venezolana.