¿Qué nos pasa? Esta pregunta ronda la cabeza de miles de ciudadanos que vivimos en el exterior. El diario El confidencial sacó el pasado 28 de junio un detallado informe sobre la realidad del colectivo colombiano en España. Somos en conjunto, la nacionalidad con mayor número de personas en estado irregular en España.
Esto ya se venía venir. En el año 2018, en este espacio, hablábamos de que más de un 35% de connacionales que abordaban un vuelo a España se quedaba en estado irregular. Ya hoy con cifras en la mano es extremadamente preocupante saber que un país como Colombia, con la riqueza que tiene en flora, fauna, diversidad cultural, folclórica, étnica, de climas, de productos con su gente, no sea capaz de ofrecer oportunidades a sus habitantes y es uno de los estados de mayor expulsión de trabajadores de Latinoamérica.
Llevamos años de sufrir una guerra que no es nuestra. El inmenso grueso de la población colombiana no ha logrado conocer lo que es poder vivir en paz en un país rico, diverso y lleno de oportunidades. La guerra en Colombia es un negocio que enriquece a unos pocos y empobrece a su inmensa mayoría. Cuando emigramos, nos damos cuenta que una sociedad donde hacer un proyecto de vida en paz y con garantías sociales es viable.
Si es posible con un gobierno que piense en la gente y no en sus emergencias con la justicia, en sus emergencias electorales y en sus emergencias familiares. Se necesitan líderes que no se dejen llevar por la codicia y la avaricia para engrosar cada día más sus bolsillos con dineros de la corrupción y narcotráfico. Urge con premura en Colombia una serie de líderes nuevos que tengan vocación y espíritu de servicio para sacar al país de ese marasmo de odio en el cual se sobrevive hoy en día.
Una Colombia posible y viable no pasa por regalarle a los atenidos, sino ofrecer una renta mínima de subsistencia a esa población vulnerable que no ha podido salir de la pobreza extrema y que nunca saldrá si sigue así en cinco generaciones. Si lo ha hecho España como sociedad, ¿qué es lo que le falta al Estado colombiano para hacerlo efectivo?
España ha sido utilizada como referente del actual gobierno para la toma de decisiones en la pandemia. También debería ser referente para su estructura presupuestal, económica y social. Aquí el estado y sus Comunidades autónomas garantizan una salud pública pagada por todos con recursos del IVA. Además, los trabajadores del sector salud son muy bien pagados, entre ellos miles de auxiliares, enfermeras, médicos y especialistas colombianos.
Si Colombia tuviera el 10% de responsabilidad social y política de sus gobernantes, como la hubo en la España de la transición, (compromiso desde el presidente, senadores, representantes, gobernadores, diputados, alcaldes y concejales), tendríamos en nuestro país, lo que en este (España) existe: un Estado social de bienestar, donde hay educación pública y de calidad pagada por todos, acceso a pensiones dignas, unas contributivas, y también no contributivas que llegan a esas poblaciones en alto riesgo de exclusión social y que nunca han podido cotizar a salud y pensiones y acceso a un sistema de seguridad social responsable y equitativo.
Lo que tendríamos si nos pusiéramos las pilas con nuestra conciencia colectiva es la creación de un futuro viable para estas nuevas generaciones que solo ven la migración, como la salida a la pobreza, la miseria y el hambre a la que la condenan los actuales gobernantes.
Estos mismos gobernantes, que en los últimos 29 años desde la constitución de 1991, no han cumplido esta constitución y con ello han condenado a nuestra gente un estado tal de miseria, pobreza y desasosiego que son capaces es vender un voto por cincuenta mil pesos