A diario nos encontramos con noticias poco alentadoras de lo que pasa en nuestro país.
- Masacres y desplazamientos suenan mucho en los últimos días. De hecho, algunos hablan de que la violencia volvió sin darnos cuenta, confiando en un candidato que hoy siendo presidente no se preocupa por nada, a menos que sea por su imagen.
- Hoy podemos encontrarnos en las redes personas que están siendo perfiladas, protestas cibernéticas y hasta un artista colombiano con la boca cosida en huelga de hambre pidiendo por su gremio y porque se detengan las “muertes colectivas” de líderes sociales y jóvenes en Colombia, situaciones que, aunque quieran disfrazarlas, no son más que masacres que buscan intimidar al pueblo, este que hoy perdió la esperanza como también el rumbo de una paz estable y duradera.
- Hasta la fecha el desempleo va en aumento. Además, medianos y pequeños empresarios están quebrados, los bancos no les prestan para que puedan rescatar sus negocios y muchos que se encuentran ahogados por las deudas han tenido que cerrar, causando desesperanza y una economía naranja que solo salva a empresas extranjeras (tienen la suerte que más de un compatriota quisiera).
- El préstamo para Avianca fue la tapa. Incluso, ni siquiera fue bien recibido por los simpatizantes del actual gobierno, pero cómo no, sobre todo con el paisaje es desolador: dicen que lo más probable es que se declare en banca rota y el dinero restado no lo volvamos a ver.
- Los recursos para el agro han sido reducidos y los campesinos siguen siendo víctimas de un gobierno que los envenena con glifosato. Así mismo, el presupuesto para el ICBF también fue esquiñado.
- Mientras algunos proponen salir a las calles a marchar, ya este gobierno en plena pandemia había invertido millones en compra de tanquetas y equipos para reforzar al Esmad.
- Los congresistas hacen sesiones virtuales, pero no devuelven los catorce millones de viáticos que no están utilizando. Estos son los mismos que se suben el salario mientras Iván Duque firma un decreto para que la contratación se pueda realizar por horas, sin prestaciones y sin seguridad social.
- Se han perdido millones en medio la crisis que está viviendo el mundo y que para algunos mandatarios ha sido la oportunidad de quitarle al pobre lo poco que le pertenece.
- A la pandemia del coronavirus se le suma la corrupción y la inversión en la imagen que hacen algunos mandatarios para mejorar su imagen (entre estos el presidente), mientras miles de personas esperan que la canasta familiar no sea grabados.
- Acá aunque la falta de una firma haga que le quiten los subsidios de servicios públicos a los estratos 1 y 2, la gente sigue eligiendo al que diga fulano de tal, el que prometió menos impuestos y más empleos y hoy hasta peajes para las motos piensa poner, ese que juró no convertirnos en Venezuela pero que nos tiene pareciéndonos a Haití.