Cada vehículo de transporte tiene sus condiciones únicas que hacen que sus pasajeros estén o no más seguros. A pesar de que el orden lógico y el establecido por el código de tránsito, en que el más desprotegido tiene la prioridad (incluyendo al peatón), en la práctica pasa justamente lo contrario: la gente que anda en vehículos más grandes y seguros son los que consideran tener la prioridad. Muchas veces sin siquiera considerar la vida del otro y pensando egoístamente; en su propio afán, en su propia agenda.
Heredamos la mentalidad de los padres de la patria del yo primero, y esta nos persigue y no nos permite avanzar más rápido como sociedad. El uso de direccionales es algo poco frecuente, muchos conductores consideran ser tan rápidos que no tienen que avisarle al que va detrás de ellos de la maniobra que van a ejecutar. En otros casos, las distracciones por creer que tenemos la capacidad de hacer dos cosas al tiempo, simplemente giramos, sin pensar siquiera que algún ciclista o motociclista imprudente podría estar pasando justo por el lado derecho del vehículo. Y eso que el artículo 67 del código de tránsito establece lo siguiente "Todo conductor está obligado a utilizar las señales direccionales de su vehículo para dar un giro o para cambiar de carril"
¿Cambiar de Carril? ¡Sí! algo aún menos frecuente, me atrevería a decir que menos del 10% del conductores acatan esta norma. Será tal vez porque seguro les ha pasado que cuando avisan a los que vienen atrás de que van a realizar un cambio de carril no les dan la posibilidad de hacerlo, al contrario la persona que viene atrás en el otro carril acelera por qué ¡Yo primero!
Es necesario que cambiemos y cuestionemos esta manera de actuar, para que esto sea sostenible para todos. Esta y otras muchas actitudes afectan la movilidad y son las principales causas por las que un elevado porcentaje de Bogotanos pasan más de 3 horas al día metidos en su carro.
Otra práctica común de los colombianos es la doble fila, fácil de observar un día sábado por la autopista norte en las salidas, donde deberían salir los carros ordenadamente y uno a uno haciendo que las vías fluyan mejor. Pero pasa lo contrario, se forman largas filas dobles que aumentan el tiempo de espera de las personas educadas que llevan rato esperando su turno para salir a la paralela.
En otros casos vistos (documentados en video) personas se adelantan la fila de carros en contravía no solo pasando por encima de todos sino poniendo en riesgo la vida de las personas que que vienen en el carril contrario. Todos tenemos cosas importantes que hacer y nos esperan en algún lugar.
Finalmente el espacio y prioridad del peatón. He visto varias veces como una señora con un bebé en coche espera por varios minutos mientras los carros indiferentes pasan y pasan, ninguno le cede el paso como es lo correcto y como haría una persona educada; entender las prioridades que tienen las otras personas.
Los invito a que hagamos el ejercicio de ceder el paso, si usted va conduciendo por un cruce y ve un peatón, un ciclista o alguien que vaya en una condición menos privilegiada que la suya ¡ceda el paso!. Si usted ve que la persona de adelante quiere hacer un cambio de carril y le avisa con la direcionales ¡ceda el paso! Sigamos demostrando que las personas educadas podemos ser mayoría porque todos merecemos una mejor calidad de vida.
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