Colombia tendrá que pagar con sus propios recursos los proyectos de adaptación y restauración que emprenda. Así lo aseguraron el ex ministro de Medio Ambiente, Manuel Rodríguez Becerra y el exdirector del Ideam, Ricardo Lozano, en entrevista en París, en donde participan en las negociaciones del clima (COP21).
Aunque la delegación de Colombia está luchando por conseguir recursos para enfrentar los efectos del cambio climático, estos dos veteranos conocedores de las negociaciones anticipan que el dinero que estará disponible tras el encuentro en París no llegará a Colombia sino que irá a los más países más vulnerables, que son los más pobres, como las islas del Pacífico o Bangladesh.
El país está sufriendo ya los efectos del cambio climático, pero al ser una nación de economía media no es prioridad en el contexto mundial.
Colombia anunció recientemente que recibirá 100 millones de dólares por parte de los gobiernos de Noruega, Alemania y el Reino Unido para la recuperación de sus bosques. Sin embargo, Manuel Rodríguez Becerra aseguró que aunque esa donación es valiosa, el dinero solo alcanza para reforestar un promedio de 100.000 hectáreas (ha) y Colombia tiene actualmente una tasa de deforestación anual de unas 150.000 ha.
“Para proteger y restaurar los bosques se necesita destinar el 2% del PIB nacional”, aseguró el exministro, pero pensar que nos van a dar más dinero para adaptación en las negociaciones es iluso”, añadió.
Sistemas agrícolas deben ser prioridad
Para Rodríguez, Colombia tiene que invertir, principalmente, en adaptación de los sistemas agrícolas porque el futuro del país dependerá de la agricultura, pero debe hacerlo solo.
Ricardo Lozano también cree que el país carecerá de apoyos. Sin embargo, habló igualmente de la necesidad de implementar nuevas tecnologías agrícolas, nuevas variedades de semillas más resistentes a los cambios rápidos y a las temperaturas extremas. “Lo que hay que hacer es mirar hacia lo local, hacia las acciones que se están desarrollando en el territorio”, dijo.
Actualmente los principales recursos recursos están llegando directamente a los proyectos y no a nivel país; por eso, prestarle atención a las iniciativas indígenas y campesinas es muy importante.
Lozano manifestó su preocupación porque la gente en Colombia no ha entendido de lo que se trata el cambio climático ni lo que significa. “Se requiere una mejor gestión del riesgo local porque los microclimas siguen cambiando y no nos estamos dando cuenta, pero, por ejemplo, la inflación llegó a 6 % este año porque la gente no sembró debido a la sequía. Los sectores productivos están perdiendo en presente pensando que en las negociaciones del clima se está negociando a futuro”.
A eso hay que sumar que lo peor de la temporada seca producto del fenómeno del Niño apenas está empezando, anticipó. La gente piensa que el cambio climático es a futuro, pero estamos hablando de efectos hoy. Por ejemplo, los glaciares como el Nevado del Ruiz, que se estaban derritiendo a un promedio anual del 3%, con el fenómeno del Niño lo han hecho al 6 %, explicó Lozano.
“Necesitamos una política integral de la Amazonia”
Según Lozano, podríamos ser líderes en las negociaciones del clima si la prioridad del país fuera cuidar el bosque, pero no es así. La destrucción es enorme y los planes de país están mirando en otra dirección, promoviendo proyectos mineros y demás. “Necesitamos una política integral de la Amazonia", concluyeron los expertos.