Un objeto llamado Nuevos Horizontes viajó 4.800 millones de kilómetros durante 9 años para fotografiar a Plutón con asombrosa nitidez. La nave fue construida por científicos de la Nasa, una empresa pública estadounidense. En su paso fugaz, se ha logrado obtener información que será relevante para una mayor comprensión del funcionamiento del Sistema Solar y los procesos que provocaron la vida en la Tierra.
Observar y explorar el Universo ha sido parte de la curiosidad de la especie humana desde civilizacionestan antiguas como la egipcia. Corresponde a la necesidad de encontrar una explicación racional a los fenómenos naturales, como el hecho de que el Sol no gira alrededor de la Tierra, esta no ocupa ningún lugar especial en el Universo y que la naturaleza obedece a leyes y no a una inteligencia ordenadora.
Como consecuencia, las naciones que dedican más esfuerzos a la investigación astronómica logran acumular más conocimiento sobre la realidad, para luego transformarlo en aplicaciones que generan desarrollo económico y social. En efecto, desde la guerra fría los programas espaciales han sido uno de los mecanismos más relevantes para comparar el avance industrial entre naciones. Así, fue posible que un cosmonauta soviético fuera el primer hombre en el espacio y astronautas estadounidenses los primeros en alunizar. También logró el progreso en herramientas de uso cotidiano como la fotografía, transporte, medicina y farmacéutica, televisión, robótica, telecomunicaciones, agricultura, predicción climática y —por supuesto— en aspectos militares.
Nuevos Horizontes es una oportunidad para poner en evidencia el rezago de Colombia en la exploración espacial. En 2013 se creó el Programa Presidencial para el Desarrollo Espacial Colombiano, el cual nunca tuvo presupuesto y se desmanteló diez meses después. En cambio, el vicepresidente Germán Vargas Lleras frenó la compra del primer satélite colombiano, argumentando falta de presupuesto que seguramente se necesitaba para la mermelada oficial. Aunque existe la Comisión Colombiana Espacial, esta no tiene músculo institucional y no pasa de ser un escenario de buenas intenciones. Con razón el astrónomo colombiano David Ardila expresó que “somos un país consumidor y no productor de conocimiento”, cuya consecuencia no es otra que el evidente atraso industrial.
Los recursos para ciencia y tecnología en Colombia son 200 veces menos que los del gobierno de Estados Unidos y apenas el 0,7 % del presupuesto de la Nasa. La brecha en el conocimiento y su aplicación se extiende cada vez más, incluso comparado con países como Argentina, cuyo presupuesto en esta área es ocho veces mayor al colombiano. En materia espacialel país gaucho ha lanzado cuatro misiones con satélites propios y se prepara para tres misiones adicionales. Además ya ha desarrollado cohetes espaciales para la colocación en órbita de sus satélites y cuenta con un centro de control espacial.
Los colombianos deben comprender la importancia del estudio de la astronomía como un componente esencial de la industrialización, y este a su vez del desarrollo. El físico Carl Sagan advertía sobre los costos de no hacerlo: “Crecemos en una sociedad basada en la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas y esta mezcla inflamable de ignorancia y poder tarde o temprano explotará en nuestra cara”. Para comenzar la carrera, una buena idea es dejar de votar por gobiernos como el de Santos y sus similares, que se benefician condenando al país a la ignorancia medieval.
Twitter: @mariovalencia01